Como su padre, nació y vivió con el vértigo en la sangre. Y murió de modo poco convencional, dejando dudas sobre sus últimos momentos. En realidad fue también como él, “la máquina que avanza”, como lo bautizamos en los ´60.
Las similitudes fueron siempre muchas. Los dos nacieron para hacerse notar en cualquier circunstancia. El Negrito nació con los autos y su publicidad en la sangre. Empezó de muy chico a ser feliz en el autódromo municipal, llevado por su padre algunas veces y otras por amigos -como Jorge Cupeiro- a quien esperaba en alguna esquina de la Av. General Paz, en su barrio humilde de la zona Sur, para compartir horas entre autos y pilotos.
Cuando el Negro se fue víctima de una cruel enfermedad, el Negrito lo reemplazó. Se hizo periodista y llegó a empresario, conservando el estilo paterno: desenfadado, audaz, emprendedor, suficiente y muchas veces irrespetuoso. Para nada fue convencional. Viajó innumerables veces al exterior para hacer relatos o crónicas de off-shore o automovilismo. Como el Negro, el Negrito era imposible de detener.
Nunca hizo caso a los consejos de alejarse de la adicción al tabaco. Y se fue deteriorando, como era lógico, sin dejar de trabajar y lograr, ahora, una buena posición económica.
Bueno de corazón, siempre tenía una sonrisa cómplice para los conocidos de toda su vida. Y un auténtico desdén por aquellos que no le interesaban. Vivió medio siglo a fondo, a su auténtica manera. Y se fue inesperadamente. Solo, sin testigos y dejando familia y amigos mirándose con dolorosa sorpresa. Una vez más, fiel al estilo Cando.
Ahora queda en nuestro corazón y descansa en paz.
No me perdono el haberlo leído recién ahora, Maestro!!! Un fuerte abrazo para usted, a la mejor memoria de los dos Alberto H.
me alegro haber encontrado amantes de las cupecitas. soy fanatico de ellas tuve la suerte de verlas correr años 65_66 en las vueltas de olavarria ytandil lo mas cerca de mi pueblo las flores .mirando su programa veo que tiene videos de esos años quisiera saber como se pueden conseguir .estoy tratando de terminar una coupe chevrolet 39 me gustaria algun dia conocerlo .sus comentarios y la voz de usted .alberto h cando y alfredo parga no me la olvido nunca .muy apenado por lo de alberto h cando h tenia el mismo timbre de vos que su padre por favor espero me contesten el mail