El puntero del Dakar, Nasser Al-Attiyah (BMW) quedó descalificado al pasar por alto cuatro puntos de control (el máximo permitido son tres). Por consecuencia, el ganador de la etapa fue el sudafricano Giniel De Villiers, que además encabeza la clasificación general.
Las posiciones quedaron así:
1º Giniel De Villiers/Dirk von Zitzewitz (Volkswagen)
2º Carlos Sainz/Michel Perin (Volkswagen) a 7´39
3º Mark Miller/Ralph Pitchford (Volkswagen) a 17´51
4º Joan Roma/Lucas Cruz Senra (Mitsubishi) a 31´18
5º Stéphane Peterhansel/Jean Paul Cottret (Mitsubishi) a 34´27
6º Robby Gordon/Andy Grider (Hummer) a 1h11´47
El argentino Orly Terranova (BMW) se ubica en la 9º posición, a 2h50´35
Mañana viernes se disputará la séptima etapa que atravesará la Cordillera de los Andes, para unir Mendoza con Valparaiso, en Chile. Tendrá un especial de 419 km y dos tramos de enlace.
El qatarí (BMW X3 CC) ganó la sexta etapa con una diferencia de 5´07 sobre el segundo, Giniel De Villiers (Volkswagen Race Touareg 2) y de 5´27 sobre el tercero, Mark Miller (Volkswagen Race Touareg 2).
De esta forma, el ganador de la Copa Mundial FIA 2008 de Cross Country y del Campeonato de Rally FIA de Medio Oriente ahora lidera el Dakar 2009 con una ventaja de 7´31 sobre De Villiers y de 15´10 sobre Carlos Sainz (Volkswagen).
En motos, el ganador de la etapa fue el francés Ciryl Despres (KTM), que llegó por delante del español Marc Coma (KTM), que se mantiene líder con 40´29 de diferencia sobre e norteamericano Jonah Street (KTM).
La distancia del tramo cronometrado debió reducirse y tuvo una extensión de 178 km, debido a un vado de río infranqueable.
Nasser Al Attiyah, junto a Tina Thorner (BMW) se convirtieron en los nuevos punteros del Dakar. El piloto de Qatar aprovechó los problemas de Carlos Sainz a lo largo de la etapa, para quitarle el primer puesto en la general.
Luego del BMW puntero se ubican los Volkswagen de Giniel De Villiers/Dirk von Zitzewitz y Carlos Sainz/Michel Perin, el Mitsubishi de Stéphane Peterhansel/Jean Paul Cottret, el Volkswagen de Mark Miller/Ralph Pitchford, el Mitsubishi de Joan Roma/Lucas Cruz Senra y el Hummer de Robby Gordon/Andy Grider.
El argentino Orly Terranova, junto con Alain Guehennec (BMW), está en la undécima posición.
Mañana jueves se disputará la sexta etapa que unirá San Rafael con Mendoza mediante dos enlaces y un especial de 395 km.
El motociclista francés Pascal Terry, que se encontraba desaparecido desde el domingo durante la segunda etapa de la competencia, fue encontrado muerto en un área de densa vegetación, aproximadamente a 15 metros de su moto y sin su casco.
Según informó la organización del Dakar, el piloto de 49 años fue hallado sin vida entre las localidades de Abramo y Cuchillo Co, a unos 190 kilómetros al sur de Santa Rosa, con alimentos y agua, a unos 100 metros del camino. La policia de La Pampa está a cargo de la autopsia para determinar las causas de la muerte.
El domingo a las 12:30hs, Pascal Terry informó que se había quedado sin combustible, pero que pudo continuar gracias a la ayuda de otro piloto. Luego, su sistema de comunicación se desconectó por causas que se desconocen.
No solo es color y ruido
Todavía el Dakar no llegó a la mitad -y mucho menos- a lo más difícil pero, sin embargo, mostró todo lo que significa: color, ruido, entusiasmo, emoción…y dolor. Es lo que ofrece, desde siempre, el gran circo en el que de pronto, la alegría y las risas dan lugar al silencio de la tragedia. Gran parte de la multitud que fue conmovida por este acontecimiento gigantesco debe haber cambiado el concepto sobre lo que vivió aquí, en Buenos Aires, y en las primeras etapas.
Una prueba mecánica siempre está acechada por la muerte. Es algo inherente a su naturaleza. Por algo hace muchos años se publicó el libro El Deporte Cruel. Porque lo que estamos viendo en estos momentos en la Argentina no es sólo la vestimenta colorida y curiosa, el rugir de los motores de motos, buggies, camiones, cuatriciclos y autos; derrapes y habilidades sobre medios mecánicos por lugares casi intransitables. También estamos viendo a un hombre, solo, debajo de un árbol. Muerto.
Carlos Sainz (VW) ganó la cuarta etapa por sólo 6 segundos sobre Nasser Al Attiyah (BMW) y lidera con 3´46 de ventaja sobre el piloto de Qatar. Tercero se ubica Giniel De Villiers (VW), cuarto Stéphane Peterhansel (Mitsubishi), quinto Joan Roma (Mitsubishi) y sexto Mark Miller (Volkswagen).
El argentino Orly Terranova (BMW) se mantiene en la séptima posición a 24´30 del puntero Sainz.
Mientras tanto, en motos, el piloto del Team Repsol KTM, Marc Coma, ganó la etapa y aumentó su ventaja. Ahora le lleva 42´57 al norteamericano Jonah Street (KTM).
El argentino Fernando Cid de la Paz sufrió una caída que le provocó una triple fractura de su clavícula izquierda.
En cuadriciclos el francés Christophe Declerck (Yamaha) encabeza las posiciones con 31´27 sobre el español Joan Manuel Gonzalez y en camiones lidera la tripulación integrada por Gerard De Rooy/Tom Colsoul/Marcel Van Melis (Ginaf).
Mañana miércoles se disputará la quinta etapa del Dakar. Unirá Neuquén con San Rafael, Mendoza mediante dos tramos de enlace y un especial de 506 km donde los competidores tendrán que superar zonas de dunas y un terreno que llegará a los 2.300 metros de altura.
La tripulación Nasser Al Attiyah-Tina Thorner (BMW) se adjudicó la tercera etapa del rally Dakar al superar por 35 segundos al binomio Carlos Sainz-Michel Perin (Volkswagen), que se mantiene como líder en la clasificación general.
La tercera jornada de competencia unió a Puerto Madryn e Ingeniero Jacobacci con un especial cronometrado de 551 km y dos tramos de enlace.
El ganador de la tercera etapa quedó segundo en la general, a 3´40s de Sainz-Perin. A continuación se ubican De Villiers-Von Zitzewitz (Volkswagen), Peterhansel-Cottret (Mitsubishi) y Roma-Cruz Senra (Mitsubishi).
El argentino Orly Terranova, en pareja con Alain Guehennec (BMW), se encuentra en la séptima posición.
Mientras tanto, en la categoría motos, el español Marc Coma (KTM) se mantiene puntero, ahora con 39´11 de diferencia sobre el francés David Fretigne (Yamaha).
Mañana martes se disputará la cuarta etapa entre Ingeniero Jacobacci y Neuquén. Constará de un especial de 459 km y dos tramos de enlace.
El español Carlos Sainz, en pareja con el francés Michel Perín, se impusieron en la segunda etapa del Dakar 2009 a bordo del Volkswagen Race Touareg 2. El bicampeón mundial de rally obtuvo un tiempo de 1h 56m 14s en el tramo que unió la capital pampeana con la laguna La Blanca Grande y dejó a 1m 14s al francés Stephane Peterhansel (Mitsubishi) y a 1m 56s al sudafricano Giniel de Villiers (Volkswagen).
De esta forma, Sainz es el nuevo puntero de la competencia, gracias al retraso del qatarí Nasser Al Attiyah (BMW). El español lidera con un tiempo de 4h 34m 46s, seguido por De Villiers, a 2m 19s; Peterhansel, a 3m 51s; y Al Attiyah, a 4m 15s.
El argentino Orlando Terranova (BMW) se ubicó octavo en esta segunda etapa, a 6m 20s de Sainz.
La dupla integrada por el qatarí Nasser Al-Attiyah y la sueca Tina Thorner, con BMW, se impuso en la primera etapa del Dakar 2009 con un tiempo de 2h36´15. Aventajan por 2´17 al Volkswagen del español Carlos Sainz y el francés Michel Perin y en 2´40 al binomio Giniel de Villiers-Dirk von Zitzewitz (Volkswagen).
Cuartos se ubicaron Mark Miller-Ralph Pitchford (Volkswagen), quintos Luc Alphand-Gilles Picard (Mitsubishi) y sextos Stéphane Peterhansel-Jean Paul Cottret (Mitsubishi). El argentino Orly Terranova, en pareja con Alain Guehennec, llegaron en la séptima posición.
En motos, el triunfador fue el español Marc Coma (KTM) cronometrando 2h46´17. Segundo se ubicó el polaco Jacek Czachor (KTM) a 22´05.
En cuatriciclos, la victoria fue para el francés Christophe Declerck (Yamaha) con un tiempo de 4h00´16. Aventaja al checo Josef Machacek (Yamaha) en 12´56.
En camiones, la tripulación puntera es la compuesta por Marcel Van Vliet/Herman Vaanholt/Gerard Van Veenendal a bordo de un GINAF. Consiguieron un tiempo de 3h15´07.
La primera etapa se realizó entre Buenos Aires y Santa Rosa, La Pampa. Incluía dos tramos de enlace y un especial de 371 km. Mañana domingo se largará la segunda, con un enlace de 600 km y un especial de 237 km. El destino será Puerto Madryn.
Según algunos de los gurús del Rally Dakar, la edición 2009, la primera en Suramérica, puede ser la gran oportunidad para Carlos Sainz (Madrid, 1962). Lejos de África, las posibilidades de los pilotos se equilibran. No hay ventajas porque nadie domina el terreno. Sainz, undécimo en 2006 y noveno en 2007, lleva un año esperando la oportunidad de rebatir a quienes le descartan.
Sainz dice:
Estoy con más ganas que hace un año. Ha pasado mucho tiempo desde que corrimos el último Dakar. Han sucedido muchas cosas. La carrera ha cambiado de continente. Pero, a nivel mecánico, el auto está prácticamente igual.
La estrategia de VW se ha basado en tratar de fiabilizar el coche al máximo. Será un tanque. Ya fue así para 2008, cuando no se corrió el Dakar. También ha sido nuestro principal objetivo para 2009. Por ese motivo, mi primera preocupación es saber si Mitsubishi ha podido sacar un auto nuevo de última generación, su primer diesel, y nos ha dejado un poco atrás. Eso no lo veremos hasta que comience la carrera.
La carrera va a ser muy dura y el calor va a complicar más las cosas. Dejando de lado las etapas de Mauritania, en África no sufrías por el calor. Aquí vamos a pasarlo mal desde el primer día. Luego, está el tema de la altura, un condicionante más que puede influir de forma determinante y mermar las condiciones físicas de los pilotos y las mecánicas de los coches. Y también hay otro factor importante: va a haber de todas las superficies y los terrenos. Tendremos dunas, cerca de 3.000 kilómetros de arena, trialeras, zonas rápidas, camino lento, rápido… Tendremos que ir adaptando la estrategia sobre la marcha. En África ya sabías cómo tenías que pasar Marruecos, cómo afrontar Mauritania y lo demás. Aquí, el desierto de Atacama será decisivo. Cuando no conoces una carrera, puedes llegar al tercer día y encontrarte con una etapa que resulta un rompeautos.
Este año, todos partimos en igualdad de condiciones. Yo sigo siendo tremendamente prudente. Lo que pasa es que, si ahora me preguntan si firmo el podio, mi respuesta es no. Pero no desde la prepotencia, sino desde la ambición que tengo por ganar. Vine a Argentina a tratar de ganar el rally, aunque ya sé que no es nada fácil. Se me criticó argumentando que corría mucho y no sé qué historias, pero yo siempre devolví el auto intacto, sin ningún golpe ni nada que demostrase que estaba forzando demasiado.
Está claro que, en África, un equipo de la experiencia de Mitsubishi tenía unos conocimientos del terreno que los demás no poseíamos. Pero no sólo el departamento técnico del equipo. Tampoco los pilotos lo conocían muy bien. Al acabar cada etapa, Michel [Périn, su copiloto] me preguntaba: “¿Has visto el paso de los elefantes?” o “¿te ha gustado la roca de no sé qué?”. Y yo le decía: “¡Joder!, me podías haber avisado. Acabo el Dakar y no sé ni por dónde he pasado”. Ahora ya sabe que, cuando pasemos por un sitio importante, me tiene que avisar. Al menos, para poder decir que lo he visto.
A mí me da igual correr en África o en la Conchinchina siempre que sea una carrera de alto nivel competitivo y en la que estén los mejores pilotos. El Dakar tiene que ser un reto. Si están los mejor preparados, a mí ya me va bien que se haga en Suramérica.
En las dunas ya he adquirido un poco más de experiencia. He hecho dos rallies en Dubai en los que sólo hay dunas, dunas y dunas. Ya estoy un poco mareado de tanta duna. Pero entiendo que es el hábitat en el que puedo ser más vulnerable. Por lo demás, ir conduciendo por un camino no me da ningún miedo. Pero, luego, nos han dicho que nos vamos a encontrar ríos, trialeras…
El auto evolucionó mucho durante los dos primeros años, pero el siguiente paso ya implicaría construir un auto nuevo completamente distinto al actual. Y la estrategia de Volkswagen para afrontar este Dakar no ha sido ésa. Ahora hay que ver si nuestra decisión ha sido la correcta o no. A lo mejor nos encontramos con que Mitsubishi ha fabricado un auto mejor que el nuestro y no podemos ganar. Pero eso habrá que analizarlo a posteriori.
Se ha hecho especial atención al tema del agua porque nos han dicho que vamos a tener que cruzar ríos. Sé que se ha trabajado mucho en el esnórquel [la prolongación del tubo de escape que asoma por lo alto del coche], se le ha prestado un poco más de atención que en África, donde, una vez pasabas Marruecos, había muy poco riesgo de quedar sumergido porque apenas veías agua.
Las urgencias que tiene Volkswagen me han llegado a mí y a todos los pilotos. Estamos en un año muy difícil desde el punto de vista económico. No seré yo quien diga si será o no determinante el resultado de esta edición para seguir en esto. Pero está claro que esta prueba resulta muy cara y, una vez que haya terminado, Volkswagen analizará el resultado deportivo y si le ha salido rentable a nivel mediático.
A un argentino de cualquier condición o clase social no hay nada que lo conmueve más que oir cuando se pone en marcha el motor de un automóvil. Se transforma. A partir de ese momento se olvida de cualquier problema que tenga -y los hay para elegir- y quiere verlo, si es posible tocarlo y, por supuesto, manejarlo.
La salida simbólica del Dakar desde una rampa junto al obelisco provocó un revuelo que superó cualquier mitin político de la era moderna. La organización de la prueba -que conoce muy bien su negocio- inventó, además de la puesta en marcha, un audaz recorrido -vallado en casi todo su desarrollo-, que llevó a 28 cuatriciclos, 84 camiones de un tamaño poco menos que asombroso, 226 motocicletas y 183 autos. Uno detrás del otro por Nueve de Julio hasta Bartolomé Mitre y luego la Avenida Roque Saenz Peña hasta Avenida de Mayo. Luego tomaron Callao hasta Libertador, Figueroa Alcorta y regresaron a la Rural, donde estaba ubicado el Parque Cerrado.
Esto explica que no sólo hubo una extraordinaria cantidad de gente en la Nueve de Julio -allí hubo más concurrencia cuando David Coulthard zapateó un poco a un F-1- pero la cantidad era impresionante y piense, entonces, lo que fue ese recorrido por la zona norte de Buenos Aires desde las 5 de la tarde hasta casi la medianoche. Increíble.
Si nos ponemos en cronista debemos señalar que el espectáculo fue muy largo, por momentos tedioso y cansador porque la salida era nada más que una exhibición y este tipo de carrera cuenta con una buena cantidad de muchachos divertidos que tratan de “dar la vuelta”, como se decía en los Grandes Premios, y hasta paraban para saludar a sus familiares y amigos. Todo bien. Pero se alargó demasiado y quedó una sensación de pena que cuando les tocó el turno a los camiones gigantescos, a los mejores motociclistas y los equipos más poderosos entre los 4×4 ya era de noche y hubiera sido lindo verlos a pleno sol.
Hace una semana todo el mundo preguntaba que era el Dakar. No tenían ni la menor idea. El jueves 1 resultaba increíble la cantidad de gente que hizo cola por decenas de cuadras para entrar a la Rural -pagando 10 pesos- donde vieron todo de cerca y hasta acróbatas que poco tenían que ver con el tema. Y ayer, 2, ocurrió lo que le contamos. ¿Sabe que pasó? Un argentino oyó que un motor de auto se ponía en marcha. Y le avisó a sus amigos…