Al conocerse las cifras de producción de 2006 la industria automotriz norteamericana motivó según su interpretación, los comentarios más divertidos fundamentados en su reconocido sentido ultranacionalista.
En primer lugar hay muchísimos norteamericanos que no pueden digerir que una marca japonesa (Toyota) haya producido solamente 160.000 vehículos menos que la General Motors Corp. (9.180.000 y 9.020.000), quedando Ford en el tercer lugar con 6.597.000. Ya hay algunos que no pueden admitir que el país que sufrió dos ataques atómicos esté allí donde está, aunque su resurrección la hayan posibilitado, justamente, los Estados Unidos.