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GP de Belgica F1 – Gran circuito, gran carrera

Sebastian Vettel

Fue lo que todos los aficionados del mundo quieren ver cada vez que se corre una prueba de Fórmula 1, porque se dieron las condiciones básicas, que no fueron ni son algo mágico. Por el contrario, hay un elemento básico para lograr un Gran Premio ejemplar. Un circuito adecuado. Y Spa sigue siendo uno de los mejores de la historia y el mejor de la actualidad. Y si a un trazado inigualable le agregamos este nuevo factor que es el del cambio obligatorio de gomas de distinta adherencia, la carrera no puede ser aburrida. De allí que este GP de Bélgica fue lo mejor que se ha visto en mucho tiempo.

Tuvo todos los elementos necesarios para un gran espectáculo desde la partida, con un sorprendente Rosberg que salió arando en una nube de humo azul por el lado de adentro y sorprendió a los que estaban delante de él, tomando la punta que le fue arrebatada por Vettel -cada carrera más veloz e inteligente- en la segunda vuelta, mientras comenzaba el gran show de los toques, roces y entradas en los boxes.

De suave, fino o caballeresco no tuvo nada, desde allí hasta el final. Schumacher, que largó último, pasó 12 autos en 4 vueltas. Alonso se ubicó primero, seguido por el peligroso Hamilton, que poco después se salvó de tocarlo a él y a Massa, llegó a la primera posición y terminó barriendo los carteles publicitarios, después de atender a -si, adivinó- Kobayashi, que estaba en su elemento, tocando a todo el que le pasaba cerca. Hubo 4 primeros en las primeras 10 vueltas.

Vettel, para hacer el 1 el sábado tuvo que gastar un juego de gomas blandas, por lo que estando en la punta debió cambiarlas, y tuvo que parar alguna vez más de lo planificado. Pero su conducción, y el auto que tiene, lo salvaron siempre. Su equipo de ingenieros es de otro mundo. Webber hizo lo que pudo y andando parejito, dejó tercero a Button, que como siempre, y también luchando con las gomas, hizo podio sin que muchos se dieran cuenta con su conducción old fashion.

Cuando llegaba la parte final, sin que cayera el interés, las posiciones eran: Vettel, Webber -que superó a Alonso-, Button y Rosberg. Pero al hijo del “Keke”, que estaba delante de Schumacher en un día inspirado, le llegó el mensaje radial: “Necesitas ahorrar combustible”, que traducido, quiso decir:”Dejá pasar a Schumi”, algo discutible, porque aunque es meritorio lo del 7 veces campeón mundial, -que largó 24º y llegó 5º-, no cambiaba nada importante. Pero entre alemanes se entienden.

Después, todo el mundo se dedicó a mirar las gomas y Red Bull hizo 1-2 con Button en el podio, luego Alonso -Ferrari no sabe si es el chasis, las gomas o el tuco de los fideos, pero anda de a ratos- y Schumi en los 5 primeros puestos. Meritorio lo del chico Maldonado que ganó 1 punto, lo que no le pasaba a un venezolano desde los tiempos de Johnny Cecotto, cuando éramos chicos.

Los festejos fueron cordiales entre Vettel y Webber, más que de costumbre. Con Button, -un gentleman- y con Newey, que es el genio. En el podio Vettel le llenó la boca de champagne a Horner y los tres del podio bañaron a la gente, luego que el ganador, antes de subir, tomó carrera y se tiró encima de sus mecánicos en un festejo que tuvo mucho de agradecimiento por lo que trabajaron anoche para solucionar problemas en los dos Red Bull. El alemancito ganó la séptima de la Temporada y suma 17 en la F1. En el campeonato le lleva 92 puntos a su compañero y 99 a Alonso. Como dijo Button, después de tirarle un beso a su novia desde el podio:”Fue una linda carrera”. Una frase real…

F1 – Hamilton empachado con donuts

Lewis Hamilton

Los pilotos tan vehementes como Lewis Hamilton son divertidos para el público pero sus infracciones le cuestan dinero -que no lo va a dejar pobre-, los comisarios de pista lo marcan y terminan por acostumbrarse a pasarle facturas…

El domingo fue la quinta amonestación de la temporada, por lo que declaró:”Asumo el castigo. Otro para mi baúl. Voy camino del record”.

El año último en Australia fue penalizado por “conducción temeraria” porque después de un trompo puso otra vez el auto derecho en la pista haciendo un “donut”, es decir hizo patinar las gomas haciendo ruido y levantando una nube de humo azul, lo que por otra parte, es lo que se hace desde tiempo inmemorial en cualquier carrera del mundo y en cualquier categoría.

En Malasia lo multaron otra vez porque los comisarios dijeron que andaba a los bandazos delante de Alonso para no dejarlo pasar. Y tiene también 3 coleccionadas en su infortunada carrera en Mónaco, una por saltar una variante el sábado y 2 más por haber andado a los toques con Massa y Maldonado. La del domingo último fue cuando después del  trompo en la vuelta 47, hizo la donut justo cuando pasaba Paul di Resta, que se dio un susto importante…

Como se puede comprobar el simpático Lewis se mató de risa…

GP de Hungria F1 – Hamilton está para el show, Button para ganar carreras

Jenson Button

“Mirá, hermano. Yo siempre corrí para ganar. Nunca di espectáculo. La única vez que lo hice fue en Nürburgring y cuando bajé del auto le dije a Güerino: Esto no lo vuelvo a hacer nunca más…”. Fangio me lo contaba en una de aquellas charlas por la tarde cuando -impecablemente vestido- trabajaba en su agencia de Montes de Oca y, sin muchas ganas de hablar con clientes, me pedía que fuera por allí.

Pidiéndole que no lo tome como una exageración innecesaria, Jenson Button, medio siglo más tarde, tiene el mismo concepto de Juan para que, sin darnos cuenta, gane carreras difíciles. El piloto inglés corre para él. Nadie lo tiene en cuenta, hasta que llega primero después de 70 vueltas en las que pasó de todo: choques, toques, derrapes, paseos por el pasto, errores de concepto…un casino. Button se dirige solo. De los boxes puede haber algún llamado, pero el que decide cuándo cambiar gomas en una carrera crucial por problemas de lluvias intermitentes, es él. No se mete en problemas y anda siempre sobre la pista. La limpieza y prolijidad para conducir su auto y decidir la estrategia lo lleva, como en Canadá hace poco,  a llegar primero sobre el final para sorpresa de aquellos que se entretuvieron con las acrobacias de Hamilton, por ejemplo. “Yo corro para ganar. No se dar espectáculo”. Bien lo puede decir Button, que se baja del auto mejor peinado y con el buzo más limpio, que cuando empezó la carrera. Y en primer lugar.

Esta es la gran discusión de los aficionados de todas las épocas, y seguirá mientras existan las competencias. Fue discusión antes y ahora. Y en el futuro también. Es cuestión de estilos para el que corre y para el que ve.

Fue lindo el GP de Hungría por todo lo que pasó a raíz de un mal tiempo inesperado. Siempre ocurrió, pero ahora con la obligación de cambiar neumáticos de distinta adherencia la carrera se convierte en una lotería en la que pasa de todo y se ven virtudes y defectos más que en las de piso seco. Y todo eso empareja más las posibilidades para los pilotos, los mecánicos y los ingenieros. Así, la carrera sale entretenida y con muchas ganas de discutir entre los aficionados.

Hamilton se mostró tal cual es. Rapidísimo, audaz e impetuoso. Como siempre gastó gomas, se tocó con varios -sin superar su record de Mónaco- hizo trompos y exigió a su auto más de lo que merecía. Estuvo primero, se retrasó y terminó cuarto. Vettel fue desbordado al comienzo por Hamilton y no tuvo un día muy feliz corriendo, pero fue segundo. Gran negocio teniendo en cuenta el campeonato. Alonso perdió mucho tiempo detrás de Webber, y para peor, el equipo equivocó la estrategia. A pesar de todo, con su calidad y con la Ferrari que cada vez anda mejor, arrimó al podio. De los de arriba Webber y Massa anduvieron entre mal y peor, finalizando quinto y sexto, superados por Hamilton.

Esta es la F1 actual, en la que se puede pasar de genio a tonto o a inconsciente, en pocas vueltas. Y eso es bueno para el espectáculo, porque la gente está pendiente de lo que pasa. Recordemos cuando iban en fila india…

Button se habrá tomado un buen te con galletitas para festejar -compartiendo con su papá y su novia con contagiosa alegría- sus 200 carreras en el mismo lugar donde ganó la primera en 2006 y también con lluvia. Todo muy merecido y limpito…

Posiciones del Campeonato Mundial de Conductores:

1 – Sebastian Vettel – 234 pts
2 – Mark Webber – 149 pts
3 – Lewis Hamilton – 146 pts
4 – Fernando Alonso – 145 pts
5 – Jenson Button – 134 pts
6 – Felipe Massa – 70 pts

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Nick Heidfeld
Nick Heidfeld escapó ileso de un impresionante incendio

* Pocos minutos antes de la partida, y entre el corso inevitable de gente y autos se vio a Adrian Newey, muy interesado en agacharse ante cualquier auto rival y espiar sin disimulo alguno. Siempre se puede encontrar con alguna sorpresa.

* ¡Schumacher primero! Tenía que ser en un lugar tan exótico como el Hungaroring. El fenómeno de los 7 campeonatos estuvo primero en una carrera, casi sin que nadie se diera cuenta. El desconcierto era tan grande que pareció mentira, pero fue real.

* Jerome d´Ambrosio (Virgin) estuvo también entre los destacados: se mandó un trompo en la calle de boxes, sin tocar a nadie…El corso fue largo.

* Y ni hablar de la rapidez mental de los ayudantes de pista, que llevaron a los boxes al auto de Heidfeld que había explotado, de contramano…Afortudanamente Vettel estaba atento, y pudo esquivarlos. Pudo ser una tragedia. A propósito…¿Heifeld es terrorista? Nunca se vio algo peor.

GP de Alemania F1 – Se confirmó la campaña, frenen a Vettel

Lewis Hamilton y Fernando Alonso

El GP de Alemania fue entretenido por los cambios de posiciones entre Hamilton, Alonso y Webber, con un Vettel navegando entre la cuarta y sexta posición sin que se supiera por qué. Fue la carrera de las compensaciones, para que pudieran volver a divertirse gente famosa, de equipos famosos que, -hasta ahora-, tuvieron que aguantar que un chico de 23 años recién cumplidos, ganara durante casi todo el calendario.

El viernes, en el día de pruebas libres para la carrera, Hamilton se bajó de su McLaren y le dijo a Alonso: “Con este auto no puedo hacer nada”. Y ganó la carrera corriendo como en avión, mientras su compañero, el más tranquilo y veterano Jenson Button, abandonó. Segundo fue Alonso con la Ferrari, y Mark Webber completó el podio. Esta vez Vettel, quedó cuarto.

Hamilton se está quejando desde que empezó el campeonato y haciendo todo tipo de acrobacia desde que ganó en China. Ya no se queja ni hace comentarios de muy poco gusto, porque Vettel le sacó el título de ganador más joven de un campeonato mundial -consultar revista ONE-.

Insistimos que la carrera fue entretenida para ver, con bastantes cambios entre los de adelante. Hubo gente contenta y eso es lindo. Además le viene bien a la categoría que siempre tiene problemas con carreras digitadas, acusaciones de coimas y más problemas que Grecia. Mientras tanto los técnicos se vuelven totalmente locos todas las semanas y ya no saben qué hay que hacer para que los autos sean más parejos y competitivos para más equipos. Es decir, lo que ocurre desde 1950 cuando se inventó la Formula 1.

Posiciones del Campeonato Mundial de Conductores:

1 – Sebastian Vettel – 216 pts
2 – Mark Webber – 139 pts
3 – Lewis Hamilton – 134 pts
4 – Fernando Alonso – 130 pts
5 – Jenson Button – 109 pts
6 – Felipe Massa – 62 pts

 

GP de Gran Bretaña F1 – Alonso gano en la pista, Vettel perdio en el box

Fernando Alonso

Ante tantos cambios de neumáticos durante las carreras, que por otra parte, motivan que sean más entretenidas, el equipo Red Bull se destacó hasta hoy como el más eficiente y rápido en su box. Sin embargo, un error del mecánico que atendió el crique en una detención de Vettel -hasta allí dominador de la carrera- le sirvió la victoria a Alonso y su Ferrari.

El primer triunfo de la emblemática marca italiana en el año se dio, por cosas del Destino, justo a 60 años del primer triunfo de Ferrari en el campeonato mundial de Fórmula 1, cuando José Froilán González -a quien se le hizo un homenaje- allí mismo le ganó a los Alfa Romeo con la 375 4.5 cc que fue conducida por Fernando Alonso, como un anuncio de la victoria que tanto esperaba.

A pesar de la lógica euforia del equipo italiano la carrera demostró que, después de tantas discusiones previas a la carrera, las cosas siguen igual. Vettel tomó la vanguardia en la salida -adelantándose a Webber que se quedó muy lento- y se fue tan adelante que la televisión ni lo tomó en cuenta, hasta que comenzaron las detenciones en la vuelta 12.

Hubo salidas al pasto -inglés- y toques de todo tipo, según la adherencia del piso. El piloto que más entretuvo fue Hamilton, que cada vez está más desordenado y perdiendo la calidad que tuvo en sus comienzos. Los de adelante fueron los de siempre: Vettel, Webber, Alonso, Massa y Hamilton.

Fue movida, entretenida sin exagerar y lo que levantó los ánimos fue la victoria de Ferrari después de tanta malaria. Sobre el final hubo dos maniobras que llamaron la atención, como el sobrepaso de Webber a Hamilton -que no es tarea para cualquiera- y el ataque que tuvieron que detener por radio porque Webber, con todo terminado, atacó a Vettel. Poco antes Massa y Hamilton se subieron uno encima del otro y llegaron tan juntos que de un empate para la vista le dieron ventaja de centésima a Hamilton. La caridad empieza por casa.

Gran victoria para Ferrari, con la gran alegría de Stefano Domenicali que ya estaba leyendo los clasificados…

Lo mejor, el homenaje a Pepe.

Alonso conduciendo la Ferrari 375 que Froilán llevó a la victoria en 1951
Alonso conduciendo la Ferrari 375 que Froilán llevó a la victoria en 1951

GP de Europa F1 – Volvimos a la fila india

Sebastian Vettel

Lamentablemente la Fórmula 1 volvió a la fila india de los últimos años, cuando el interés de los aficionados se perdió totalmente. La recuperación tiene que ser urgente porque ya existe el peligro que los inútiles de siempre quieren cambiar los reglamentos para detener a Red Bull. Y lo único que acertaron en años fue la utilización de distintos tipos de neumáticos obligatoriamente. La perspectiva no es buena. Y peligrosa. Lo importante son los circuitos, no la complicada técnica de los autos -que siempre tiene soluciones- pero tardan en concretarse. Ojo, Bernie.

Sebastián Vettel se divirtió, gritó como un indio por la radio cuando lo felicitaron al final, tomó refrescos, se abrazó con sus mecánicos y hasta con un compungido Alonso, que se jugaba la vida en Valencia, y le alcanzó para ser segundo. Como siempre, hizo la pole el sábado y ese primer lugar lo conservó hasta terminar la carrera el domingo, superando sus propios tiempos a cada rato, sin cometer errores y haciendo su trabajo limpio. Detrás suyo anduvieron Alonso, Webber, y más atrás, Massa y los McLaren. Éstos con problemas, que los sacaron de la lucha.

Como no pasó nada importante para comentar, salvo cuando una funcionaria oficial -tal vez nerviosa al verse en un podio- le manoteó la botella de champagne a Webber      quien, con  buenos reflejos, la conservó en sus manos.

Nos enteramos que  en Montreal, Vettel demostró su velocidad una vez más cuando un periodista le preguntó cual era la curva más difícil de la Fórmula 1. Esperando que le dijera Eau Rouge  o la 130 de Suzuka respondió como un rayo: ”La más delicada es la última antes de entrar en el estacionamiento de este circuito. Porque si la tomás un poco más rápido te vas al agua…”

Tiene 23 añitos, al auto lo bautizó con el nombre de su cantante preferida, grita y se rie por la radio del auto, en el podio -serio como corresponde- mientras se oye el himno de su país, se da tres golpes sobre el corazón, después le da un trago a la botella y, finalmente, le lleva 77 puntos de ventaja en el campeonato mundial a su seguidor…¿hay que pedirle algo más…? Hasta Plácido Domingo le dio un abrazo…

GP de España F1 – Vettel, el ajedrecista perfecto

Sebastian Vettel

Fue el Gran Premio de los ingenieros. Como siempre. Más que nunca. Y, de ahora en adelante, será siempre así. No quiero afirmar que la importancia de un buen box nunca fue necesaria. Y hasta imprescindible, a medida que el tiempo fue transcurriendo y con él, los adelantos técnicos. Pero nunca se notó tanto como en el G.P de España.

Fue una partida de ajedrez donde los maestros internacionales movieron sus piezas -los pilotos y los mecánicos- atentos al reloj, mientras vigilaban el tablero y hacían sus cálculos de posibilidades, de acuerdo con la observación atenta de neumáticos, estado de la pista, ubicación de los rivales y distancia a recorrer en condicionales ideales. Naturalmente las piezas -alfiles, peones, torres, reyes- fueron los pilotos y los mecánicos en boxes.

Nunca se habló tanto por la radio de los autos con instrucciones sobre las medidas a tomar por los pilotos, hasta en detalles mínimos. Se hicieron los cálculos de las detenciones -67 en total- y los pilotos se ajustaron a ellos en forma perfectamente sincronizada mientras atendían la conducción del auto, -con todo lo que ello implica cuando tienen que conducir a 320 km/h por un momento y luego bajar a 90-, doblar, mirar para no tocar rivales, escuchar las instrucciones por la radio y apretar, según las circunstancias, el formidable display en que se transformó el volante, para atender en el momento exacto la necesidad de activar el KERS, modificar el ala o alguna otra tarea necesaria.

Sebastian Vettel

Una información mal interpretada o ejecutada a destiempo -en la pista o en la entrada y salida del box- puede decidir un puesto que, tal vez, no se pueda recuperar más. Los que miran atentamente el tablero deben jugar y juzgar todas las posibilidades, y decidir en los momentos oportunos.

Todo esto que se vive en cada carrera motivó -o lo pensó alguien o salió así- que el espectáculo haya ganado mucho, si comparamos con las filas indias de hace poco tiempo atrás. Y se producen situaciones como la carrera que hizo Alonso, ganando la curva de salida con una mezcla de viveza y calidad impresionantes, pero finalizando cuarto, con una vuelta perdida.

Está todo como robotizado, como carrera para ingenieros tipo NASA, con pilotos perfectos, que hacen su trabajo perfecto. Y pensamos enseguida en Gilles Vileneuve. Pero eso ocurre porque a los años, nadie los puede manejar como quisiera. Y esto te hace doler un poco la cabeza, pero es francamente divertido. Como la PlayStation.

Sebastian Vettel – El niño distinto

Sebastian Vettel

Es sábado en Melbourne, y termina la prueba de clasificación. Un Red Bull estaciona en un costado de los boxes, donde no hay nadie. Miro la escena con todos los recuerdos de medio siglo de ver -desde el año 47 en Retiro- centenares de carreras de todo tipo en mi país y en otros, pero mi mente se limpia y sólo veo lo que está ocurriendo.

De ese prodigio técnico incomprensible, y con esfuerzo, dos brazos se apoyan en el costado del auto y comienza a salir, el piloto. Emerge de un fondo claustrofóbico y, con calma, se saca el casco y el Hans device del cuello. Mientras estaba sentado en la butaca sólo se podía ver la parte superior de un casco. Al pararse ubica en su lugar el volante-computadora, plagado de botones de toda forma y color, y el suplemento de seguridad en el borde del cockpit, que tuvo que retirar para poder salir de la profundidad de la butaca. Está solo y acomodando sus elementos de  trabajo. Lentamente y con absoluta tranquilidad.

Alguien pasa a su lado y lo palmea en un hombro. El piloto, con calma inalterable, le sonríe levemente y le da la mano. Es un chico, un jovencito de buen físico, despeinado y con cara de niño feliz. No demuestra emoción alguna. Como si estuviera sacando sus útiles del banco de la escuela al terminar la clase. Se nota que está contento pero no eufórico. Y uno piensa, entrando en una situación de asombro y emoción. Ese niño de apenas 23 años, termina de andar en esa complicada y costosa máquina que cuesta millones de dólares. Que costó sangre sudor y lágrimas a un grupo de ingenieros y técnicos, que llevan una vida de estudios y trabajos súper especializados, dominando las enormes dificultades que presenta el desafío. Lo hizo con absoluta confianza y capacidad, conduciendo a velocidades que oscilan entre los 90 km/h, hasta los 300. Concentrado en guiar la máquina y apretar las botones correctos en el momento preciso y doblar curvas de todo tipo y hacerlo todo más rápido que sus competidores.

Si a todo esto que es su profesión, le agregamos que el año último se consagró como el campeón más joven de los historia, y que cuando cruzó la llegada cortó la radio para que no lo oyeran llorar con voz de niño, -aunque lo hizo en el podio-, como no emocionarse al verlo hacer su trabajo, dominar todo eso como un hombre maduro sin dejar de ser el niño que realmente es.

Qué de recuerdos, de emociones vividas, de años que no pasaron en vano al comprobar esto que tenemos la felicidad de ver, y que demuestra que la vida cambia en forma permanente y nos asombra siempre.

Sebastián Vettel nació en Heppenheim, Alemania, el 3 de julio de 1987…

Las Chicas que lo acompañan

Como la mayoría de los pilotos, Vettel también tiene sus cábalas. Una de ellas es frotarse una moneda de la suerte por las zapatillas, antes de empezar un Gran Premio. La otra es la de bautizar los chasis de los distintos autos que tiene que conducir.

El RB5, el primer Red Bull en 2009 lo llamó Kate Dirty´s Sister (la hermana cochina de Kate). Los RB6, que lo llevaron a la gloria el año último, fueron Luscious Liz (seductora Liz) y Randy Mandy (Mandy, la caliente). En el certamen que acaba de comenzar con éxito con el RB7, el apodo es Kinky Kylie (Kylie, la pervertida), un apodo que corresponde a la admiración que siente por la cantante australiana Kylie Minogue de la que, especialmente, destaca sus curvas.

Cosas de chicos…

GP de Abu Dhabi F1 – Apostillas

Sebastian Vettel

Sebastián Vettel la contó facil: “Cuando empezó la carrera desconecté la radio para poder concentrarme. Cuando cruce la llegada la conecté y allí me di cuenta que era campeón mundial, por        que no tenía idea de la que ocurría más atrás. Había tantos gritos que me hicieron llorar durante la vuelta a los boxes. Nunca había vivido un momento así”.

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“Si eres piloto y querés tener un amigo en los boxes, será mejor que lleves a tu perro…” (Vettel cuando tenía 21 años de edad).

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Bernie Ecclestone dice que no va a descansar hasta verlo a Vettel en el equipo Ferrari. Vettel dice: “Tengo buena relación con él. Pero, afortunadamente, mi futuro lo decido yo…”.

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Siendo piloto BMW le regalaron un X3, que no salió nunca del garage de su casa. “Prefiero la bicicleta”, dice.

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El campeón mundial vive en una granja en Suiza, arregla solo sus contratos y a las carreras lo acompaña solamente su padre.

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A una fiesta de Red Bull llegó en helicóptero y le pidió al piloto que a la chica que lo acompañaba, la bajara en un lugar más apartado…

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Dijo Alonso en el paddock: “Mi deseo es que la carrera sea aburrida y que la gente se duerma…”. Nadie pegó un ojo.

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Antes del Gran Premio, Stefano Domenicalli dijo en su box de capo de Ferrari, seguro de la victoria de Fernando Alonso: “Bebo agua. No Red Bull”.

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“En un escenario diseñado para la gloria de Fernando Alonso y el escarnio de Red Bull, triunfó un alemán de 23 años, llamado Sebastián Vettel y perdió Ferrari”, dijo Ramon Besa, periodista español.

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“Alonso me hizo toda clase de señas desde su auto cuando terminó la carrera. No lo entiendo. En ningún momento me cruce o lo tapé en la entrada de alguna curva. Siempre estuvo atrás y lejos…Yo también corro para ganar. No lo entiendo”, del ascendente ruso Nicolay Petrov, junto con su compañero polaco Robert Kubica, en un formidable día para el equipo Renault, motor que impulsa también a Red Bull.

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En el sideral Parque Temático de Ferrari construido en Yas Marina hay una montaña rusa en el que los asientos son imitación de un Ferrari F1. Pero no es para cualquiera. Es, como todas, una sucesión de subidas y bajadas en recta y en curva. Lo único distinto a los demás es que acelera a 240 km/h por hora…en 4 segundos.

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Roberto Calderoli, un político italiano del Partido de la Liga del Norte, solicitó la renuncia de Luca di Montezemolo “por la estrategia demencial del equipo Ferrari”. ¿En Italia no habrá problemas más importantes…?

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Helmut Markö, consejero del equipo Red Bull, declaró: “Hasta Brasil el equipo no dio órdenes en ningún sentido. Aquí, en Abu Dhabi, si uno de los dos pilotos se quedaba sin chance el otro debía ayudarlo…”. Lo que no se sabe es cómo le daría ayuda, teniendo en cuenta lo de Massa-Alonso, en Alemania. También declaró que uno de los peores momentos de la Temporada fue cuando explotó el motor de Vettel en Corea.

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No hay dudas que este año el campeonato fue muy bueno. Mark Webber recordó que estuvieron en la primera posición Alonso, luego los dos pilotos de McLaren, después él mismo, Alonso y, finalmente Vettel, “que sorprendentemente fue primero en la última carrera, la más importante…”.

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Fernando Alonso, el Nano, finalmente se sinceró y dijo: “Vettel demostró que es el más veloz en éstas condiciones (¿?). Logró 10 poles en 19 carreras…”. No fue muy claro pero algo es algo.

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El dueño de Red Bull, Dietrich Mateschitz, declaró sorprendido: “Alguien sugiere que la estrategia de Webber la pensó el equipo, con el propósito que ganara Vettel…”

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El humor de los muchachos de la F1 es tan duro como las carreras. Alguien -nadie sabe quién- le pegó una fotografía de Britney Spears en el Pasaporte de Niko Rosberg…Así se supo que justamente el sobrenombre que le pusieron es ese, Britney…

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GP de Abu Dhabi F1 – La Fórmula 1 tiene un nuevo gran campeon

Sebastian Vettel - Campeón Mundial 2010

La Fórmula 1 utiliza técnica espacial, la electrónica más sorprendente y corre en autódromos de 5.500 millones de dólares. La publicidad que genera hizo y sigue haciendo fortunas sorprendentes. Reúne reyes, jeques y millonarios, que difícilmente puedan justificar sus bienes. Es el colmo del glamour y de la sofisticación. Pero nada de todo eso puede superar lo único que la convierte en humana: el llanto y los gritos de alegría de un chico de 22 años de edad que recién cruza la llegada de su primer campeonato mundial y oye por sus auriculares los gritos y la euforia de un grupo de gente que confió en el y le dio la posibilidad de convertirse en el más joven campeón mundial de la historia. Llanto que no pudo evitar oyendo el himno de su país en el podio.

Un campeón mundial con 5 victorias en el año -10 en su corta carrera- y escasas posibilidades en Abu Dhabi, donde no se habló más que de su compañero de equipo Webber y del español Alonso -que perdió su record de campeón más joven- como los candidatos al triunfo. Y el alemancito que parece más chico de lo que es y da la impresión que estuviera jugando con su playstation, no especuló con nadie ni con nada. Él hizo lo que sabe: anduvo a fondo siempre, sin especulaciones ni cálculos que casi siempre fallan. Por andar fuerte y sin concesiones hizo un par de errores en carreras anteriores, pero también perdió una gran posibilidad cuando en Corea explotó el motor faltando sólo 10 vueltas. El sofisticado circo de Ecclestone fue invadido por el deporte simple y sencillo: alguien que hizo lo básico y elemental. Dio una clase magistral como piloto y deportista a los 23 años de edad. A fondo desde la salida, buscando el primer lugar desde la largada y hasta el final, además de la pole el sábado.

Dos modestos que andan cada vez mejor y más fuerte fueron los que marcaron el paso de aquellos que luchaban por el campeonato y cambiaron las estrategias: el polaco Kubica y el ruso Petrov, del equipo Renault que, de paso, mostró una vez más la confiabilidad de sus motores que también equipa a los Red Bull. El ruso se ocupó de un  Alonso que no pudo pasarlo nunca y se desquitó cuando terminó la carrera. Lo igualó y le hizo toda clase de gestos ingratos desde su Ferrari. Lo que no mejora la fama del español en ese sentido.

A poco de comenzar y yendo todos juntos, Rosberg le tocó una rueda a Schumacher sobre uno de los interminables pianitos y el fenómeno dio el trompo completo siendo chocado por Liuzzi, que de eso sabe mucho. El alemán, que en otros tiempos le hubiera declarado la 3ª Guerra Mundial, terminó a los abrazos y a las sonrisas.

Si la idea del equipo Ferrari era que Massa ayudara a Alonso -como en Alemania- se equivocaron. No pudo pasar ni a Alguersuari. Anduvo bien Button, a quien le sacaron la corona del año anterior, a mil por hora. Para terminar, a Alonso lo alentaban desde el box (¡!) y Webber -en otra galaxia- hasta rozó con la trasera derecha un guard rail…Amargo obrero.

Un nuevo campeón casi niño, trajo aire fresco a la F1, con Petrov y Kubica y algún otro que sin medios por lo menos lo intenta. Y Abu Dhabi, la Disneylandia de la F1, puso a la categoría de la sofisticación y la pavada, en su justo lugar.

Como dijimos ayer, aquel sabio dijo un día y para siempre: “Carreras son carreras…”