El circo ya funciona a la perfección: mentiras, declaraciones de todo tipo. Sanciones, el KERS, los difusores, las gomas, discusiones y decisiones equivocadas, Ferrari es un desastre…La Fórmula 1 volvió a la normalidad.
Lo único rescatable es que los que estaban hasta el año anterior de la mitad de la grilla para atrás, ahora están adelante. Y que los pilotos son cada día más importantes desde que los ingenieros capaces, con menos dinero que antes, trabajan mejor.
Shanghai demostró que, como el año anterior en Monza, Sebastian Vettel es uno de los mejores pilotos de la historia corriendo en el agua. Hasta el director de la TV se olvidaba de ponerlo en cuadro. Hizo otra carrera. Brillante, también su compañero de Red Bull, Mark Webber, lo mismo que Jenson Button, “un jubilado”, según Briatore. Felipinho Massa iba atrasado, pero traquilo, cuando su Ferrari de pronto, dejó de hacer ruido. Paró. Y Raikkonen anduvo de un lado a otro peleando contra aquellos que antes veía en el bar del circuito. ¿Qué le pasa?
Lewis Hamilton, después de mentir como un escolar, anduvo mejor que en las carreras anteriores, pero no mucho mejor que su compañero Kovalainen. Alonso mejoró, pero Nelson Piquet Jr patinó como un trompo toda la tarde. Kubica ya es casi un sobreviviente. Después de aquél “palo” increíble en Montreal, en lugar de superar al que va adelate suyo, lo choca. Tiene que bajar un cambio en los camarines, antes de ir al box a subirse al auto. También anda más rápido que su auto el suizo Sebastien Buemi, que tiene que relajarse y aceptar que no sólo hay que llamarse Sebastien. Loeb también maneja.
Trulli y Glock anduvieron bien, dentro de lo habitual, y también hizo lo de siempre Nakajima, que le apuntó a los rivales y a los carteles de publicidad. Algunos se salvaron.
Finalmente la reunión de la FIA tan esperada porque había como diez temas que había que tratar y se esperaban sanciones ejemplificadoras…terminó como todas las anteriores, desde que existe: no pasó nada. Está todo bien. Difusores, KERS,…¿qué es eso?. Laven las lonas, barran la arena, que el circo tiene que seguir. Especialmente en tiempos de crisis.