La mejor maniobra del G.P.de Brasil no se vió por televisión. Fue la del taxista que el sábado llevaba a su hotel a Jenson Button en un auto blindado cuando se plantaron delante dos caballeros con armamento pesado. Button gritó ¡Vamos, vamos..!y el conductor les pegó un autazo a los que estaban asaltando y con dos virajes salió a fondo para Sao Paulo…
Porque la carrera fue larguísima y generalmente aburrida. Lo más esperado: ver quien llegaba antes a la primera curva. No tuvo la sorpresa que podía dar Hulkenberg, porque allí estaba su también jovencito compatriota. Y Vettel tomó la punta con claridad hasta el podio. El nuevo Nico se agrandó y lo siguió hasta que pudo y con el entusiasmo comenzó a taponar a todo el mundo creyendo que su Williams es un buen auto. Bastante hizo. Se quedó por el medio del pelotón y anduvo bien luego de una infortunada entrada del safety-car por golpe de Liuzzi que causó un desorden tan grande y una mezcla que parecía Libertador a última hora de la tarde.
Todo se redujo a que Vettel -primero siempre- no rompiera el motor sobre el final como en Corea y que Alonso se mantuviera detrás del segundo, Webber, pensando en el campeonato que se definirá en Abu Dhabi, la próxima semana.
Hamilton, todavía con pretensiones, comenzó mal, subido por todos los pianitos y sin una marcha normal y veloz, como hace siempre. Mejoró en la segunda parte pero no le alcanzó para el podio con ese andar espasmódico detrás de los Red Bull, que ya son campeones mundiales de Marcas y de Alonso que hace los deberes como para salir campeón, sin cometer errores y metiendo miedo al que está delante suyo.
El pobre Massa, en su tierra, no pudo ni ayudar a su compañero de equipo. Se tocó dos veces con cualquiera y se ubicó último…y cuando cambió rodado tuvo que volver al box porque la delantera derecha estaba rota. No es su año. Button se pasó la carrera mirando para todas partes pensando que lo iban a asaltar otra vez y ya nadie puede suponer que es el campeón mundial reinante. El fenómeno Schumy llegó septimo, delante de Hulkenberg. Algo es algo.
El final fue de sepelio. Vettel fue el único que se rió y levantó los brazos. Su compañero Webber debió conformarse con el segundo puesto, y negocio de Alonso, que llega a la última carrera con la mejor chance.
Posibles escenarios en la definición:
Si se repite el resultado del GP de Brasil (Vettel, Webber, Alonso):
Alonso Campeón, Vettel Subcampeón.
Si Red Bull-Renault logra el 1-2, con Webber como ganador (Webber, Vettel, Alonso):
Webber Campeón, Alonso Subcampeón.
Obviamente, si Alonso llega por delante de los pilotos del equipo Campeón de Constructores, será Campeón. Incluso le alcanza con llegar segundo de cualquiera de ellos.
Para que Vettel sea campeón debe ganar y esperar que Alonso llegue, quinto o peor.
La remotísima chance de Hamilton: ganar y esperar que abandonen sus tres competidores directos.
Así llegan a la última fecha:
Campeonato de Conductores:
Fernando Alonso – 246 pts
Mark Webber – 238 pts
Sebastian Vettel – 231 pts
Lewis Hamilton – 222 pts
Jenson Button – 199 pts
Campeonato de Constructores:
RBR-Renault – 469 pts
McLaren-Mercedes – 421 pts
Ferrari – 389 pts
Próxima competencia (última de la Temporada): GP de Abu Dhabi, el 14 de noviembre, en el circuito de Yas Marina.