En la edición de setiembre de 2011 de la revista ONE -dirigida con su reconocido oficio y criterio por Oscar Fittipaldi- se publicó una nota traducida de “Motorsport”, de Inglaterra, del periodista Edd Straw quien pregunta a sus lectores: “¿Qué tan bueno es Sebastián Vettel?”.
En muy poco tiempo se contestó sola con la conquista de su segundo campeonato y con su victoria en Corea, en la que después de perder por milésimas la pole con Hamilton, se exacerbó su orgullo, y realizó un trabajo impresionante.
En un autódromo desprolijo, con lomitos de burro agrupados al final de la recta principal y tan sucio que hubo que andar obligatoriamente por una huella, Vettel corrió otra carrera.
Lo que más destacado fue el acostumbrado autazo de Petrov a alguien (esta vez lo sufrió Schumacher), la entrada del safety-car, y algunos roces leves en la salida de boxes (Alonso v Schumy), motivados por que el lugar también está mal hecho.
En la salida ya Vettel le había contestado al periodista inglés, en dura lucha con Hamilton, Alonso, Massa y Button. Y luego de las detenciones para cambiar rodado, la carrera se puso entretenida.
Poco antes de la mitad de la carrera se ubicaron Alonso, Vettel, Alguersuari (¿?), Hamilton, Webber, Button y Massa. Así, con algunos cambios anduvieron un rato largo, pero entretenido. Pero luego vendría lo mejor.
Con la pasada por arriba de Petrov sobre Schumi entró el safety car. Cuando se fue, Vettel hizo la del manual: disminuyó la velocidad, juntó a los de atrás y, con una acelerada rápida se fue…Los que quedaron bien juntos y con maniobras frustradas de sobrepasos muy buenas para el espectáculo fueron Hamilton, Webber, Button (sin mucha inspiración esta vez), Alonso y Massa con, insisto, muy buen espectáculo. Allí llegó el asombro.
Hacía un largo rato que nadie hablaba de Vettel porque no se le veía en la pantalla, hasta que llegó la noticia: estaba primero con 12 segundos de ventaja sobre el pelotón que estábamos viendo…
Faltando 5 vueltas le dijeron por radio que anduviera más tranquilo y cuidara las gomas. No les hizo caso. Además hizo record de vuelta en la última…Una demostración impresionante.
Así el puesto ligeramente en duda en Inglaterra ganaba su vigésima carrera, igualando a Hakkinen, y 10 sobre 16 en el año, ya siendo campeón. El podio quedó Vettel, Hamilton y Webber quien, con su aporte, le hizo ganar la Copa de Constructores a Red Bull.
Cuando Schumacher ganó su primer campeonato Vettel tenía 7 años de edad. En el podio se emocionó mucho cuando le pusieron su himno y luego se divirtió cuando Webber bañó a dos coreanos, con ropas elegantes. Hamilton no estaba de buen humor. El periodista inglés tampoco.