Eso pensó Alonso cuando en la primera curva no pudo asustarlo a Felipe Massa -totalmente convencido que es el sucesor de Schumacher- y tuvo que andar por la leca. Fue demasiado para el Nano que juntó 100.000 españoles para verlo ganar. Por eso en las últimas vueltas -y Kimi ya no estaba- anduvo en 1m22 cuando en la primera parte de la carrera anduvo en 1m24. Se quería ir.