De pronto la pantalla se llenó con la imagen de un helicóptero que, cuando el plano se fue abriendo lentamente, nos enteramos que estaba ubicado sobre un barco amarrado de unos 40 millones de euros, junto a varios más. Por otro lado una playa interminable bordeando un mar intensamente azul sembrado de mariscos frescos, a pesar de los 30º de temperatura. Puerto Madero se nos hizo pequeño al lado del puerto de Valencia, convertido en escenario del GP de Europa. Otra obra realizada por los escenografos de la F1 para ver una carrera más, tan aburrida como todas.

Cuando, por lo menos en cinco oportunidades, la cámara on board de un auto recorre casi el circuito entero y no se ve ningún auto adelante, deja de ser espectáculo porque -finalmente- puede ver lo mismo en su juguetito electrónico. Los sobrepasos ausentes fueron reemplazados por errores de pilotos que están allí porque alguien puso mucho dinero. Y el sobrepaso más espectacular ocurrió en la calle de boxes cuando Luca Badoer se hizo a un lado para dejarle el lugar a Grosjean, que también salía de su box. Además, pisó la raya adentro y afuera de los boxes, por lo que fue penalizado. La síntesis de esa ridícula escena de la más importante (“la máxima”, le dicen) categoría fue el oportuno plano que le tiró el director de cámaras a Schumacher. Faltó que le rodaran lágrimas por los cachetes (aunque, posiblemente, haya ocurrido).

Difusores, KERS, discusiones y pavadas para ver pilotos capaces en autos horribles y pilotos y autos también horribles. Maniobras como la de Badoer y errores sin explicación en el supuesto cambio de neumáticos de Hamilton, cuando estaba primero y luchando con ese enorme trabajador -muchas veces maltratado- Rubens Barrichello. El pequeño gigante Bruce no merece que le hagan eso a su apellido ilustre.

Las tribunas se completaron con gente que fue engañada por la maniobra de ver en la pista a Schumy. La carrera fue tan olvidable como todas. Y si uno -corriendo el riesgo constante de pasar por viejo…tonto- se conforma con recordar las de los años ´70, ´80, va rápidamente a buscar a la repisa los tapes que muestran a Gilles, Clark, Lauda, Peterson, y paremos…. Enseguida vuelven Badoer, Grosjean, Nakajima, Alguersuari (!), para ponernos de mal humor.