Lamentablemente la Fórmula 1 volvió a la fila india de los últimos años, cuando el interés de los aficionados se perdió totalmente. La recuperación tiene que ser urgente porque ya existe el peligro que los inútiles de siempre quieren cambiar los reglamentos para detener a Red Bull. Y lo único que acertaron en años fue la utilización de distintos tipos de neumáticos obligatoriamente. La perspectiva no es buena. Y peligrosa. Lo importante son los circuitos, no la complicada técnica de los autos -que siempre tiene soluciones- pero tardan en concretarse. Ojo, Bernie.
Sebastián Vettel se divirtió, gritó como un indio por la radio cuando lo felicitaron al final, tomó refrescos, se abrazó con sus mecánicos y hasta con un compungido Alonso, que se jugaba la vida en Valencia, y le alcanzó para ser segundo. Como siempre, hizo la pole el sábado y ese primer lugar lo conservó hasta terminar la carrera el domingo, superando sus propios tiempos a cada rato, sin cometer errores y haciendo su trabajo limpio. Detrás suyo anduvieron Alonso, Webber, y más atrás, Massa y los McLaren. Éstos con problemas, que los sacaron de la lucha.
Como no pasó nada importante para comentar, salvo cuando una funcionaria oficial -tal vez nerviosa al verse en un podio- le manoteó la botella de champagne a Webber quien, con buenos reflejos, la conservó en sus manos.
Nos enteramos que en Montreal, Vettel demostró su velocidad una vez más cuando un periodista le preguntó cual era la curva más difícil de la Fórmula 1. Esperando que le dijera Eau Rouge o la 130 de Suzuka respondió como un rayo: ”La más delicada es la última antes de entrar en el estacionamiento de este circuito. Porque si la tomás un poco más rápido te vas al agua…”
Tiene 23 añitos, al auto lo bautizó con el nombre de su cantante preferida, grita y se rie por la radio del auto, en el podio -serio como corresponde- mientras se oye el himno de su país, se da tres golpes sobre el corazón, después le da un trago a la botella y, finalmente, le lleva 77 puntos de ventaja en el campeonato mundial a su seguidor…¿hay que pedirle algo más…? Hasta Plácido Domingo le dio un abrazo…