Dos buenas noticias dejó el GP de Turquía: fue otra buena carrera -no al nivel de China, tal vez porque ya nos estamos acostumbrando a la lucha, a los cambios de posiciones y olvidando las largas filas indias que inducían al sueño- y Vettel recuperó su cara de niño feliz.
Otra de las cosas importantes de la carrera fue la evidente mejoría de Ferrari, por lo menos Alonso, que subió al podio pidiendo que le indicaran donde quedaba. Sobre el final el español se ubicó -peleando la posición- detrás de los dos Red Bull en lo mejor de la temporada. Desde el comienzo la lucha estuvo entre los de siempre: Vettel, Webber, Alonso, -éste marcó la novedad-, y luego Hamilton, Rosberg, Massa, Kobayashi -que empezó inspirado y terminó un poco a los empujones- y Sutil luchando con Schumacher. Por la vuelta 20, Massa y Rosberg discutieron una posición, pero con buenas costumbres. Fue muy lindo y comenzaron los cambios de neumáticos. Cinco vueltas después, Alonso hizo record de vuelta, empezando a mostrar los dientes. Dos vueltas más tarde, Vettel aventajaba a Webber por 8 segundos y a Alonso por 9, quien poco después, con trabajo, lo pasó a Webber sin que el australiano se conmoviera.
Button estaba más frio que nunca y Hamilton, con la temperatura a full entró en boxes y se trabó la rueda derecha perdiendo un tiempo que no pudo recuperar. La lucha por cualquier puesto se intensificó y el ruso Petrov -habría que avisarle que lo de Stalingrado terminó hace mucho- repartió autazos a Schumacher -nada menos- a Massa y a cualquiera que tuviera a tiro. Por la vuelta 37º, Hamilton hizo record pero a 1 minuto de Vettel y las posiciones eran: Vettel, Alonso, Webber, Button, Buemi (¿?) y Hamilton. Poco después, en otra demostración que en Maranello alguien levantó la voz, Alonso hizo otro record de vuelta, aunque a 25 segundos de Vettel. Estaba segundo, habiendo largado desde el quinto lugar. Claro que en pocas vueltas, Vettel le sacó un par de segundos extras. En lo ligeramente trabado del lindo circuito turco, se trenzaron Button y Rosberg que hasta se tocaron finito.
Luego fueron a boxes por cuarta vez Webber, Alonso, Hamilton y Massa. Todos, incluido Vettel, andaban con duras. Así con luchas individuales y de grupo, la carrera se animó especialmente por el buen rendimiento de Alonso y la lucha entre Vettel -es un decir-, Webber, Massa, -que lo pasó a Schumacher- y anduvo un rato junto con Alguersuari. Una mezcla entretenida. Ya sobre el final, cuando todo se tranquiliza porque a los de adelante es difícil alcanzarlos y los de atrás ya están conformes, todo terminó.
El grito de Vettel por la radio marcó el final. De 4 carreras, tres victorias y un segundo puesto, tiene 93 puntos por el campeonato y ésta fue su victoria número l3. Luego llegaron los festejos de rigor, con algunas diferencias. Vettel a los abrazos y gritos con sus mecánicos, un leve toque de hombros con Webber y un apretón de manos con Alonso.
En el podio, sin euforia, el champagne convertido en espuma y Vettel -al mejor estilo Raikkonen- quedó último para bajar porque no podía sacar la botella de la boca.
Va bien en todo…
Brindo por usted el mejor periodista deportivo de argentina