Inesperada situación en la definición de la clasificación de Mónaco. Y se produjo en el equipo Mercedes-Benz, dominador de esta Temporada, entre sus dos pilotos -Rosberg y Hamilton- allí donde viven, sin que se hubiera pensado que pudiera ocurrir.
En la primera tanda estuvo primero Vergnier, segundo fue Rosberg y tercero Hamilton. En la segunda Hamilton hizo el primer tiempo y Rosberg el segundo, aunque quedó la impresión que el líder del campeonato iba a dominar como casi siempre. Pero estaba por llegar la gran sorpresa en la definitoria.
Rosberg salió como los bomberos seguido por Hamilton, medio desesperado. Ante la sorpresa de todos -especialmente del equipo- el hijo del Keke no aflojaba hasta que al llegar a la última curva movió el volante varias veces y salió por la calle de escape, lo que provocó que se agitaran las banderas amarillas y que todos tuvieran que reducir la velocidad…¿Ganador?, Rosberg.
A partir de ese momento, Hamilton entró en silencio absoluto. Posó para la foto al lado de su compañero y de Ricciardo, tercero, sin mirarlo y con anteojos negros. Como en la televisión, se fue a negro. Rosberg festejaba su pole muy contento mientras todo el mundo hizo silencio. Nadie supo bien si realmente su detención fue normal o provocada.
En la conferencia de prensa el único que habló fue Ricciardo. Rosberg sonrió sin perder su cara de chico contento y Hamilton saludó hasta mañana. Nadie estaba muy seguro de lo que había ocurrido. El equipo hizo silencio stampa y se espera, naturalmente, que Lauda o Wolff aclaren la historia de un incidente inesperado en el equipo que viene dominando y que no está, por tradición, para ofrecer dudas de ninguna naturaleza. Y menos de este tipo.
Las posiciones de salida serán: Rosberg, Hamilton, Ricciardo, Vettel, Alonso, Raikkonen, Vergne, Magnussen y el sorprendente piloto ruso Daniil Kvyat, en las primeras posiciones. Todo ocurrió en el lugar más elegante de la Fórmula 1.