En el contexto del reciente Salón de Ginebra, Land Rover anunció los primeros proyectos en su pionero PROGRAMA ANTI CO2, que permiten tanto a Land Rover como a sus clientes reducir los gases de efecto invernadero.
Es el mayor y más extenso programa en su clase jamás llevado a cabo por un fabricante de automóviles en el Reino Unido y contrarresta las emisiones generadas por la producción de Land Rover en Gran Bretaña y por los primeros 70.000 kilómetros de conducción de los clientes británicos.
El objetivo final es neutralizar el CO2 con inversiones realizadas en proyectos de energías renovables como el viento y el sol, nuevas tecnologías y eficacia energética.
Land Rover comunicó dicho programa el último trimestre del año pasado y ya se están confirmando los primeros proyectos que consistirán en suministrar energía hidro-eléctrica a una remota región de Tayikistán y fundar una estación eólica en China. Estos proyectos juntos contrarrestarán 250.000 toneladas de CO2 , durante un periodo piloto de tres años, y aportarán beneficios sociales y medioambientales a miles de personas. Adicionalmente, la compañía está evaluando proyectos en Uganda, India, Turquía y la República Dominicana. Se suministrará información de los mismos cuando estén confirmados.
Este Programa Anti CO2 ha sido desarrollado específicamente por Land Rover y apoya la inversión de 1600 millones de euros de Ford Motor Company para desarrollar tecnologías medioambientales. Ingenieros de Land Rover jugarán un papel fundamental en el desarrollo de esa tecnología. El programa está administrado por Climate Care y supervisado por un Consejo de Gobierno independiente.
Cada nuevo modelo Land Rover tiene menos emisiones que su predecesor. El nuevo Freelander 2 nafta, por ejemplo, emite un 11% menos de CO2 y el diesel un 5% menos. La versión diesel TD4 consume sólo 7,5 litros a los 100 km en ciclo combinado.
El Nuevo Range Rover TDV8, presentado en el pasado Salón de Madrid, tiene unas prestaciones similares al V8 de gasolina, pero con una reducción del consumo de un 32%.
Las emisiones de la fábrica de Solihull se han recortado en un 30% desde 1997.