Ya no es ninguna novedad, el Dakar regresa a la Argentina como se calculaba. Indudablemente dio resultado la estrategia de amagar con ir a África por parte de los organizadores y rebajar el aporte de la Argentina y Chile a 5 millones de dólares c/u, un millón menos que en la última edición, aunque no queda claro si Chile estará en condiciones para que en unos 8 meses pueda dedicarse a organizar una carrera después de la tragedia sufrida. Se anunció que dentro de una semana dos equipos realizarán relevamientos para delinear el trazado definitivo.
La empresa ASO señaló que los factores tenidos en cuenta fueron cambios sociopolíticos muy importantes en el norte de África –aunque debemos recordar que simultáneamente con el nuestro también se corrió otro en Dakar- y el terremoto de Chile.
El Instituto Nacional de Promoción Turística de nuestro país destacó que el Dakar 2010 le significó a la Argentina ingresos por 175 millones de dólares en concepto de turismo, movimientos de los equipos de competición, nuevos puestos laborales y varios otros ítems de la actividad nacional que se vieron favorecidos por la llegada de la carrera al país. También la Secretaría de Turismo señaló que es un sueño hecho realidad porque una vez más podremos mostrar al mundo nuestros paisajes y nuestra gente.
Aunque los beneficios económicos que deja esta prueba pueden ser objeto de discusión y, además, de demostrar, debemos reconocer que lo más favorable del Dakar es el notable apoyo popular en nuestro medio y, especialmente, en el interior del país, Por ésta razón se deberá tener más en cuenta la seguridad de la gente que se acerca para ver pasar la carrera –que le recuerda tanto los principios del TC- porque, además de las dunas que no tienen público y se ven por TV, el Dakar utiliza caminos secundarios con público a los costados y se pueden generar tragedias como la de los alrededores de Alpa Corral en la última edición.