Gracias al 2008, Peugeot ingresa al segmento de los SUV compactos, uno de los más exigentes del mercado. Allí ya están presentes varias marcas y otras están por llegar. Durante su presentación en la Patagonia Argentina, lo estuvimos probando en la ruta y sobre terrenos exigentes. Ahora es el turno de comprobar su desempeño en la ciudad y de paso, conocerlo en mayor profundidad.
El Peugeot 2008 está basado en una plataforma similar a la del 208, mide 4.16 metros de largo, 1.74 metros de ancho y 1.56 metros de alto. En relación al 208 es 20 cm más largo y 9 cm más alto, compartiendo la misma distancia entre ejes.
El frontal queda definido por la parrilla cromada, el león sobre el capot, las ópticas principales con luces diurnas de tipo LED, y en la zona inferior por otra entrada de aire, los antiniebla y la protección de bajos. En la vista lateral se destacan las llantas de aleación de 16 pulgadas con neumáticos de uso mixto, una moldura cromado en el borde superior de las ventanillas traseras y las barras de techo longitudinales. El sector trasero exhibe un spoiler, las ópticas bipartidas por el portón que cuentan con tecnología LED, los detalles en gris mate y un difusor que incorpora las luces auxiliares.
En el interior, lo primero que se aprecia es lo que la marca denomina I-Cockpit, introducido precisamente con el 208. Está compuesto por un volante de radio reducido, un instrumental elevado para que el conductor no pierda la mirada en el camino y una pantalla multimedia en la consola central, de fácil acceso. Todo esto brinda una óptima posición de manejo.
El habitáculo es muy luminoso gracias al techo cielo panorámico, que cuenta con una cortina eléctrica para regular la entrada de luz. Su comando se encuentra junto al freno de mano, tipo avión. La habitabilidad es buena para 4 adultos a los que se le puede sumar algún niño. El volumen del baúl va desde los 355 hasta los 1172 litros, y debajo de su piso se ubica el auxilio temporario (15”).
El 2008 Feline está propulsado por un motor naftero, de 1.6 litros y 115 CV de potencia, presente en otros modelos del Grupo PSA. La transmisión es manual de 5 velocidades. Con esta combinación el 2008 acelera de 0 a 100 km/h en 11.3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 184 km/h, con un consumo en ciclo mixto de aproximadamente 8 litros/100 km.
Además de este propulsor, en la versión Sport el 2008 cuenta con el conocido 1.6 THP de 165 CV, acoplado a una caja manual de 6 velocidades.
Para el uso offroad liviano importa saber que el despeje es de 20 cm, con un ángulo de entrada de 22º y de salida de 29º. La tracción es 4×2 delantera, pero con la versión Sport se incluye al sistema denominado Grip Control, para su utilización en condiciones de baja adherencia. Este dispositivo, que debutó con el Peugeot 3008, ofrece 5 modos predeterminados: normal (apropiado para el asfalto seco), nieve, barro, arena y off, que desconecta al control de estabilidad.
Luego de recorrer rutas y caminos de ripio en el Sur, además, de las calles de la ciudad, podemos asegurar que responde adecuadamente en distintas condiciones, manteniendo el muy buen comportamiento dinámico al que nos tiene acostumbrados la marca. Tanto la dirección asistida eléctricamente, como los frenos a disco en las cuatro ruedas, logran una buena calificación.
Peugeot configuró al 2008 en 4 niveles de equipamiento: Active, Allure, Feline y Sport.
En la versión Feline que probamos en esta ocasión, están presentes los airbag frontales, laterales y de cortina, ABS con repartidor electrónico, faros antiniebla, sistema multimedia con pantalla táctil de 7 pulgadas, GPS, climatizador automático bi-zona, butacas revestidas en combinación de cuero y tela, computadora de a bordo, regulador y limitador de velocidad, indicador de cambio de marcha, el techo cielo panorámico, los sensores de luz, de lluvia, de estacionamiento delanteros y traseros, entre otros elementos.
El Peugeot 2008 se produce en la planta de Porto Real, Rio de Janeiro (Brasil) y en Argentina se comercializa con una garantía de 3 años o 100.000 km.
Como punto a mejorar señalamos al control electrónico de estabilidad que está disponible únicamente en la versión Sport, y a la ausencia de los anclajes ISOFIX. A favor, el Peugeot 2008 ofrece un diseño agradable, con una original posición de manejo, buena capacidad de carga y garantía. En definitiva, un vehículo familiar pensado para salir de la ruta ocasionalmente, y que incluso entrega una orientación deportiva en el caso de optarse por la versión Sport, que no defraudará a quienes apuesten por él.
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