En 2010, Peugeot comunicó su decisión de ubicarse en la franja alta de cada uno de los segmentos en los que participe. A partir de ese momento se inició una fuerte renovación de productos, y ahora es el turno para la serie 200, de fundamental importancia para la marca del león, como que es responsable de más de 15 millones de unidades vendidas en todo el mundo, a lo largo de su historia. Así llegamos al 208, la presentación más importante de Peugeot Argentina en los últimos 15 años. Lo probamos durante su lanzamiento en Uruguay, durante una semana aquí en Argentina, para preparar el siguiente informe.
El 208 propone un replanteo total en su concepción o “re-generación”, como define la propia marca. Su diseño adopta los nuevos códigos estilísticos de Peugeot donde se destaca la parrilla flotante con marco cromado, la entrada de aire inferior levemente más grande que la del modelo europeo, faros antiniebla en los extremos y las ópticas con LEDs y guía luminosa superior. En los laterales dominan las superficies curvas, atravesadas por una nervadura ascendente que va desde las ópticas delanteras a las traseras, los cristales limitados por un cromado, los retrovisores color carrocería que incorporan las luces intermitentes y las llantas de aluminio de 16 pulgadas que equipan a la versión Feline.
Las ópticas traseras, con forma de bumerang y tecnología LED, se extienden hacia los laterales y quedan limitados en el borde inferior por un abultado paragolpes. Un spoiler que continua la línea del techo y los emblemas completan la vista posterior. Todo se resume en un diseño muy atractivo.
El interior es un claro ejemplo del replanteo que llevó a cabo Peugeot, en el desarrollo del 208. Comienza con un puesto de conducción novedoso. Con un volante de dimensiones reducidas y un instrumental en una ubicación elevada que imita la funcionalidad del Head Up Display, para no desviar la vista del camino. Esta posición de manejo nos gustó desde el principio y se complementa con una excelente dirección asistida eléctrica (que se luce en maniobras de baja velocidad).
El tacómetro y velocímetro son analógicos, mientras que los indicadores de temperatura y combustible están compuestos por segmentos lumínicos. En el centro, un display exhibe los datos de la computadora de a bordo. Otro elemento principal es la pantalla táctil de 7 pulgadas que concentra el sistema de sonido, navegación, comunicación, información y configuración del vehículo. Cuenta con Bluetooth, función streaming de audio y permite la lectura de imágenes vía puerto USB. Tanto la calidad de los materiales empleados en el habitáculo, como las terminaciones, alcanzan un nivel superlativo para el segmento.
El 208 utiliza una nueva plataforma, con mayor distancia entre ejes. Eso posibilita una mejor habitabilidad para los ocupantes e incluso una mayor capacidad del baúl, que llega hasta los 318 litros.
El Peugeot 208 se ofrece con dos opciones de motorización naftera. La unidad que probamos durante una semana incorpora a un propulsor de 1.6 litros VTi con 115 CV, que también se ofrece con el 308. Le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 11 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 190 km/h. El consumo en ciclo mixto es de aproximadamente 7 litros/100 km.
La otra opción es novedad para Peugeot (disponible en el Citroën C3). De 1.5 litros con 90 CV que pudimos utilizar durante su presentación en Uruguay, y se destaca por su bajo consumo. En ambos casos, la transmisión es manual de 5 marchas de muy buen funcionamiento.
Peugeot acostumbra a producir automóviles de muy buen comportamiento dinámico, y el 208 no es la excepción. El confort de marcha es óptimo, tanto en la ciudad como en la ruta, donde se hace notar la muy buena insonorización. Frena correctamente, pero el pedal actúa con firmeza desde la mitad del recorrido hacia delante, (detalle que los directivos de la marca prometieron corregir)
La gama del 208 está compuesta por tres niveles de equipamiento: Active, Allure y Feline, que dan lugar a un total de 6 versiones.
En seguridad incluye en todas las versiones, al ABS con repartidor electrónico, a la asistencia para la frenada de emergencia y al doble airbag frontal. A partir del nivel Allure se agregan los airbags laterales y en la versión Feline Cuir, los de cortina. Pero lamentablemente no se ofrece el Control Electrónico de Estabilidad.
En el equipamiento de confort, el 208 Feline cuenta con climatizador bi-zona con tres modos de funcionamiento, la pantalla táctil de 7”, limitador y regulador de velocidad, volante multifunción forrado en cuero con doble regulación, ajuste en altura del asiento del conductor, pedalera deportiva, sensores de luz, de lluvia y de estacionamiento, -tanto delanteros como traseros-, con visualización en la pantalla táctil, faros antiniebla (frontales y posteriores), techo cielo panorámico y llantas de aluminio de 16”.
El 208 se produce en la planta del Grupo PSA en Porto Real, Río de Janeiro, con silueta de 5 puertas, exclusivamente. En los próximos meses se sumarán versiones de tres puertas importadas de Europa: la GTi y la XY.
Peugeot Argentina comercializa al 208 con una gama de 8 colores de carrocería. La garantía es de 2 años sin límite de kilometraje y el precio de la unidad probada, Feline 1.6, en julio de 2013 es de $ 129.000 pesos.
En un balance general, se puede mencionar como punto en contra la ausencia del Control Electrónico de Estabilidad. A favor, un diseño muy atractivo, posición de manejo novedosa y práctica, dirección, mecánica y confort de marcha impecable con un muy buen nivel de equipamiento. Peugeot propuso para el 208 un replanteo total con el objetivo de imitar el suceso alcanzado con el 205 y el 206. En base a la experiencia conseguida a lo largo de 10 días utilizándolo, podemos afirmar que tiene los elementos para lograrlo.
Notas relacionadas:
El Peugeot 208 llega a la Argentina