Muy pocas veces se pueden juntar tantos factores como para que una carrera de F1 sea tan espectacular -casi cinematográfica- que haga imposible escribir un comentario que pueda reflejar algo de lo que fue el GP de Hungria. Por momentos pareció guionada como una novela. Se reunieron todos los factores desde el comienzo hasta el final. Fueron dos horas sin respiro, lo mejor que puede dar una carrera, lo que no se consigue desde no se sabe cuando.
Pero hubo dos factores determinantes para que sucediera. El Hungaroring, con rectas no muy largas, angosto y con curvas de toda clase y, en este caso, con una lluvia previa a la salida que volvió locos a los que tuvieron que decidir las gomas adecuadas.
El error más pequeño se hizo peligroso. Salidas de pista, toques contra los muros y con los otros autos. Plasticos que volaban, cayendo sobre la pista y el acertijo de qué gomas usar y la probabilidad de que siguiera lloviendo.
Así empezó la carrera con Rosberg, Bottas, Vettel y Alonso en las primeras posiciones. Hamilton saliendo de su box último y lejos, chocando con los más lentos y desesperado por avanzar, mientras desde el box lo llenaban de recomendaciones. Un accidente de Marcus Ericsson con su Caterham provocó el ingreso del safety car, justo cuando los 4 primeros ya habían pasado por la entrada a los boxes. Todos pasaron a neumáticos para piso seco, excepto los McLaren que mantuvieron los originales, apostando a que volviera la lluvia. Al reanudarse la carrera, Jenson Button pasó a la punta brevemente, pero Ricciardo la recuperó, seguido por Massa y Alonso.
Luego de un extenso período de neutralización, como consecuencia de los accidentes de Romain Grosjean con su Lotus en la curva 3 y el de Sergio Perez con su Force India golpeando contra el muro de la recta principal, Ricciardo aprovechó para cambiar neumáticos, dejando a la Ferrari de Alonso en la punta. La última detención del español en la vuelta 38, le devolvió la primera posición al australiano de Red Bull hasta la 54, cuando realizó su último ingreso a los boxes.
Por entonces, Alonso era el puntero, seguido por Hamilton y Rosberg. El equipo Mercedes le pidió al británico que dejase pasar a su compañero, que estaba con una estrategia distinta y todavía debia cambiar sus neumáticos. Pero Hamilton se negó, lo que seguramente provocará un quiebre en la relación de los pilotos que pelean por el campeonato 2014.
El final fue de antología. Parecía que la carrera quedaría para Alonso, pero Daniel Ricciardo descontaba terreno rapidamente. A pesar que el circuito de Hungría es de los más difíciles para los sobrepasos en las últimas vueltas el australiano pudo doblegar a Hamilton por el segundo puesto y luego al puntero Alonso. Nico Rosberg tambien se acercó a su compañero, pero hasta ahí llegó.
Ricciardo logró una gran victoria, -la segunda de la temporada- en una gran carrera. Sin duda, la mejor de los ultimos tiempos. Alonso y Hamilton completaron el podio. Los tres, realizaron una enorme tarea y el triunfo era merecido para cualquiera de ellos. Rosberg, mientras tanto, aguantaba la bronca de un día donde todo le salió al revés. Al principio parecía otro cómodo paseo, y luego descubrió que tendrá que luchar sin esperar la mínima ayuda del otro Mercedes.
Campeonato de Pilotos:
1 – Nico Rosberg: 202 puntos
2 – Lewis Hamilton: 191 puntos
3 – Daniel Ricciardo: 131 puntos
4 – Fernando Alonso: 115 puntos
Campeonato de Constructores:
1 – Mercedes: 393 puntos
2 – Red Bull Racing-Renault: 219 puntos
3 – Ferrari: 142 puntos
4 – Williams-Mercedes
Próxima competencia: GP de Bélgica, el 24 de agosto, en Spa-Francorchamps.