Si le interesa conocer a un auténtico piloto de NASCAR, no hace falta ir a USA. Lo tiene aquí, corriendo el Dakar. Se llama Robby Gordon y representa un ejemplo de la más popular categoría norteamericana de hace pocos años: rudo, rústico, grandote y fuerte. Siempre decidido cuando se armaban choques y vuelcos multitudinarios, de los cuales siempre salía con un amplia sonrisa y gesticulando para demostrar su diversión.
Cuando ya no le alcanzaron los speedways para andar a fondo, cambió por una opción totalmente diferente: la Baja. Una categoría para pocos que se corren en Baja California, con Hot Rods monumentales porque la zona es desértica, sin caminos, pero con sierras y vegetación dura y seca. Sin contar con un zoológico natural. Un Dakar para pocos valientes.
Gordon, también se aburrió y en los últimos años fue al auténtico Dakar, donde anduvo muy bien. Ahora se destaca en el “nuestro”, siempre con vehículos folklóricos. En este caso con un Hummer H3, para la clase T1.1, con un motor que es un ícono en el automovilismo norteamericano: Chevrolet 427, es decir, de 7 litros que, ya confesó, su consumo de nafta es fenomenal. Lo desarrolló con la colaboración de GM. Su rodado es 34 (¡!) y está preparado para que no llegue a los 200 km/h, pero tiene un torque impresionante.
A los puristas del Dakar no les cae bien porque cuando vuelca o se da un palo fuerte -allá en Africa- sale del auto…muerto de risa. El vehículo es impresionante e insólito para esta prueba. Pero verlo y, además, oir empujar a su motor, es una experiencia. Robby se divierte y mire por donde anda en la clasificación hasta ahora.
Fue impresionante ver pasar al Hummer de Robby Gordon, esta bien tener este tipo de vehiculos en el Dakar, si nos gusta que sigan presentandose.
yo personalmente lo vi en el dakar y fue simplemente espectacular de primer inpacto la versatilidad, velocidad y dinamica de este vehiculo ….fue simplemente imprecionante
q siga participando y deslumbrandonos por los desiertos de sudamerica