Era la ilusión del piloto nacido en Zenon Pereyra (Santa Fe) en 1920. Está incluido en la historia del automovilismo argentino por su activa participación que comenzó con un Midget en 1938. Pasó como gran figura por la Fuerza Limitada, con muchas victorias y logró ubicarse entre los grandes con un tremendo Cadillac 16 cilindros que había sido de su tio, Eleuterio Donzino.
Sus reiteradas victorias lo llevaron a correr en el circuito de Retiro en las primeras Temporadas Internacionales, luego correr en Europa con éxito y regresar a la Argentina para correr, además, 4 veces los Mil Kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires -de 1954 a 1957- en relevo con Maglioli, Trintignant y otros. Luego fue a Europa donde también demostró su capacidad como integrante del equipo argentino.
Su excepcional temperamento lo llevó en 2007, a los 87 años de edad, a encarar la realización de un auto Super Sport de características de avanzada, formando un equipo de trabajo con sus hijos y sobrinos. A esa edad y luego de todo lo realizado aquí y en Europa, pensó en el futuro. Como otros, pudo haber cortado un Falcon o un Torino e improvisar un “auto sport”, pero su sueño era el hoy, Bucci Special. Tan actualizado como cualquier Sport europeo, equipado con la última tecnología.
Si bien el gran mérito de la realización es de sus descendientes, lo notable es como a los 87 años de edad, Clemar -que falleció en enero de 2011- pensó para adelante. Dejó todas las instrucciones y el equipo respondió totalmente.
El Bucci Special es la demostración de lo que puede hacer una gran convicción. La obra que soñó, con su mentalidad bien definida, la dirigió desde el espíritu de sus descendientes, que lo comprendieron perfectamente. Todo un ejemplo.