Los ganadores repetidos -en cualquier actividad- terminan siendo odiados por las multitudes. Al principio asombran y, junto con las victorias, llegan las críticas y las observaciones minuciosas sobre los reales merecimientos para conseguir tanta gloria. Y los únicos que siguen siendo sus fanáticos admiradores son los que tienen conocimientos sobre la actividad que realiza con tanta solvencia. La multitud no se fija en detalles. Finalmente en su interior está esperando que alguien lo supere. Y el tema se repite una y otra vez. El fenomenal Sebastian Vettel ya está en esa situación tan repetida, no sólo en la Fórmula 1.
Creo que los números que reflejan su notable campaña en una actividad tan difícil y controvertida ya no interesan. Lo importante es su personalidad. La parte humana. Porque, en este caso, se trata de un joven que comenzó a asombrar cuando era adolescente. Y se supera constantemente a medida que pasa el tiempo.
Une la frescura de su juventud con la responsabilidad de un adulto. Y ya no se toma como una desobediencia tonta cuando inexorablemente va ganando un Grand Prix y no obedece la orden del box de cuidar los neumáticos, de aflojar el ritmo, de cuidar la victoria inminente…En el modestísimo circuito de Corea del Sur hizo lo de siempre. A cada orden respondió con un nuevo record de vuelta. Su seguridad para dominar las situaciones y convetirse en lo que es, demuestra que estamos viendo a un superdotado que sorprendió con una victoria imposible en Monza bajo la lluvia con un auto inferior y sigue sumando hazañas propias de los grandes que tuvo la categoría cuando pasaron varios años.
La carrera coreana fue emotiva y entretenida, más por sus falencias que por sus méritos. Con toda la simpatía que provoca Corea del Sur por su inteligencia, por su valor y por la calidad de su industria no se pueden ocultar los defectos y carencias que demostró para realizar su GP por el campeonato mundial. No sólo se están arruinando el piso y los pianitos -consecuencia que pagan los neumáticos- le falta el personal de auxilio y trabajo en una pista que termina intransitable porque se pone muy peligrosa con trozos de goma de cualquier tamaño, autos chocados e incendiados como el Red Bull de Webber, sin que nadie aparezca para hacer algo. Aunque se vio la insolita presencia de un Jeep antes de neutralizar la carrera…
Los destacados de la carrera fueron Hulkenberg -toda una revelación- y Grosjean que hizo podio, con Kimi en segunda posición. Las Ferrari siguieron padeciendo y fueron entretenidos los grupos que formaban los latinos luchando por destacarse sin mucha prolijidad.
De todas formas lo de Vettel, con su cuarta victoria consecutiva en un circuito muy rápido, mal cuidado y con varios que le quieren pasar por arriba, pero están lejos, demuestra una capacidad que lo está ubicando entre los mejores de la historia.
Campeonato de Conductores:
1 – Sebastian Vettel: 272 puntos
2 – Fernando Alonso: 195 puntos
3 – Kimi Raikkonen: 167 puntos
4 – Lewis Hamilton: 161 puntos
5 – Mark Webber: 130 puntos
6 – Nico Rosberg: 122 puntos
Campeonato de Constructores:
1 – Red Bull Racing-Renault: 402 puntos
2 – Ferrari: 284 puntos
3 – Mercedes: 283 puntos
4 – Lotus-Renault: 239 puntos
5 – McLaren-Mercedes: 81 puntos
Próxima competencia: Gran Premio de Japón, el 13 de octubre, en el circuito de Suzuka.