Dakar 2009 – La bandera a cuadros


Seguramente se lo copió a Perogrullo, pero Fangio -con su pequeña voz, simple y sencilla- ante la pregunta repetida, contestaba lo mismo: “Mira, hermano, las carreras se ganan cuando te bajan la bandera a cuadros…”.

La ambición, el deseo y hasta la desesperación por triunfar, a veces pesan más que la razón y, sin embargo, la pequeña frase tan elemental, es la razón misma. Le pasó a muchos. Pero el drama televisado de Carlos Sainz fue el más trascendente. Por ser un español muy amigo de la Argentina, por haber sido ganador aquí, por encabezar un equipo poderoso y organizado en forma minuciosa y por estar -en el deseo de muchos- destinado a la victoria. Su desesperación, el tremendo golpe que sufrió su navegador y la impotencia que demostró allí, en esa hondonada absolutamente inesperada, y hasta gesticulando a los gritos para que otros no se le cayeran encima, además de querer seguir en carrera removiendo las enormes piedras que se lo impedían, fue suficiente para convertirse en un drama inolvidable.

Cuando se van superando obstáculos impresionantes y el triunfo empieza a tomar forma, llega el momento en que aquella pequeña frasesita pasa a significar de pronto, toda la verdad. La única verdad.