Hace pocos años me encontré con Roberto “Bitito” Mieres en el aeropuerto de Punta del Este, esperando viajar a Buenos Aires. Uno de sus mayores problemas era llegar y al encontrarse con algunas de sus hijas, tener que preguntarle: ”Hola querida, que linda estás…¿vos de quien sos…?”. Porque Bitito -falleció ayer- vivía un poco distraído. Era una especie de playboy, pero modesto. Por lo menos no tenía, como Menditeguy, la necesidad de ponerse de novio con Brigitte Bardot. Su pasión, realmente, era el yachting, el rugby, el tenis, el remo…y los autos rápidos. Sin embargo, en 1948 ganó su categoría en Rosario con un Mercedes SSK, que no era una pavada. Al año siguiente fue a Europa, y con una Ferrari F2 fue cuarto en Ginebra. En el 50 y 51 corrió con una Bugatti que había sido de Aquiles Varzi, auto Vintage, que era lo que más le gustaba.
En 1952 fue otra vez a Europa y firmó contrato con Amadeo Gordini por 2 años. En Albi, en F2, hizo tan buen papel que hasta hizo el record de vuelta con ese pequeño autito, lo que entusiasmó al viejo Amadeo y lo anotó, al año siguiente, con el mismo auto, pero en F1. Fue cuarto del Talbot 4500 de Rosier, del BRM con el que sufría Froilán González y el nuevo Gordini 2500 de Trintignant. En 1954 Bitito pasó a conducir una Maserati de F2, con motor de F1, con el que fue segundo en Buenos Aires, sexto en Inglaterra y cuarto en Suiza y España.
Con esos resultados Mieres se integró al equipo oficial Maserati. Fue segundo en Torino, tercero en Pau y Burdeos y señaló el record de vuelta en el infernal Zandvoort, donde la pista se tapaba de arena, que venía de la playa cercana (allí se mató el prometedor Piers Courage).
En 1956 se dedicó a la vela, que realmente le apasionaba y donde consiguió numerosos triunfos, pero al año siguiente, corrió para la Ecurie Ecosse con un Jaguar D en los Mil Kilómetros de Buenos Aires, donde fue cuarto.
A partir de allí, Bitito se dedicó a los Turismo, consiguiendo buenos resultados con el Volvo 122, y con las Giulettas de Peppino Vianini. Además participó en las Mil Millas Históricas de Automóviles Sport, con su Vauxhall 1926.
Los años fueron pasando, se mudó a Punta del Este, y además de su linda casa junto a la laguna, se hizo kilómetros más adelante, un campo donde disfrutó sus últimos años.
Difícil despedir a un hombre tan especial. Por su calidad deportiva, por su personalidad y la inteligencia que demostraba en cualquier ocasión, con un lenguaje tan personal que provocaba risas y alegrías donde estuviera, especialmente en la “Viridita”. Por eso fue un personaje que ya estamos extrañando. Parte de su lenguaje:”Venia a mil por la recta…”.
Tenía 87 años de edad.
Ha muerto uno de los últimos gentlemen drivers, de un manejo exquisito, además de destacarse en los deportes náuticos, empresario exitoso y visionario. Roberto Mieres, descansa en paz.
ACLARACIÓN: Su victoria fue en 1950, (el mismo año en el que fue Campeón Argentino de Coches Sport), y no en 1948, en el circuito del Parque de la Independencia (Rosario), CON UN ALFA ROMEO 8C DE 2300 CC y no con un Mercedes Benz, como dice la nota.