Gracias a la gentileza de Audi Argentina, pudimos probar al impresionante RS 5 en el Autódromo. La última versión de esta coupé deportiva cuenta con algunas modificaciones estéticas, manteniendo cualidades que sorprenden.
La línea RS es responsabilidad de quattro GmbH, una subsidiaria de Audi AG con instalaciones en Neckarsulm, Alemania, que se dedica a desarrollar y producir automóviles de altas prestaciones. Estos modelos llevan la denominación RS por “Racing Sport” (“RennSport”), y son la punta de lanza de la casa de los cuatro anillos. El RS 5 en particular, se lo puede considerar como una versión moderna del Audi Quattro original, que marcó un hito en la industria.
La imagen del RS 5 se la puede definir como robusta y agresiva. Con una longitud de 4.65 metros y un ancho de 1.86. Además, es 2 cm más bajo que el A5 estándar. Los puntos destacados se encuentran en la parrilla single-frame, cuyas esquinas superiores ahora son biseladas, las grandes entradas de aire, todas cubiertas por estructura de panel de abejas y las ópticas con borde inferior en forma de onda, que incorporan una franja luminosa de LEDs. El sector trasero exhibe nuevos grupos ópticos, salidas de escape dobles elípticas y un spoiler que se despliega automáticamente al superar los 120 km/h.
En el interior, butacas anatómicas, volante en cuero perforado con base achatada, predominio del negro, con detalles en símil carbono y aluminio. Además, todo el confort que habitualmente entrega la marca, pero concentradas en un vehículo que se comporta como uno de competición.
El RS 5 está propulsado por un V8 de 4.2 litros, FSI, que entrega 450 HP a 8.250 rpm. Se construye a mano, en la planta de Audi en Györ, Hungría y como referencia vale mencionar que también equipa, por ejemplo, al superdeportivo R8. La transmisión es automática S tronic de 7 velocidades, con modo deportivo, que puede operarse en forma manual mediante levas en el volante.
Este conjunto motor-transmisión se lleva todos los elogios posibles. Es el responsable principal de prestaciones sobresalientes. Permite una aceleración de 0 a 100 km/h en 4.5 segundos y una velocidad máxima de 250 km/h, que mediante un kit opcional, puede extenderse hasta los 280 km/h.
El Audi RS 5 responde en forma instantánea a la presión del pie derecho del conductor sobre el acelerador, mientras el V8 emite su sonido ronco característico. Y cuando llega el momento de la desaceleración, la transmisión S tronic de doble embrague baja los cambios inmediatamente, dando lugar a un soplido impactante de los gases a través del escape.
Lógicamente, el comportamiento dinámico está orientado a lo deportivo. Suspensiones que eliminan el rolido, el famoso sistema de tracción integral permanente quattro, que convierte al RS 5 en un tren que se desplaza sobre sus rieles, y los neumáticos de bajo perfil (Pirelli P Zero 275/30 ZR20) montados sobre llantas de aluminio de 19 ó 20 pulgadas, que se adhieren al asfalto, transmitiendo al conductor la tranquilidad de saber que todo está bajo control.
El Audi RS 5 cuenta de serie con todo el equipamiento de seguridad y confort que pueda pedirse, además de ofrecer numerosos sistemas de ayuda para la conducción. Con un precio, en julio de 2013, de U$S 158.600 dólares, podemos asegurar que vale lo que cuesta.
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