Se hizo desear, pero 2012 fue el año de la llegada del Volkswagen Scirocco a la Argentina. Es un modelo muy importante en la historia de la marca desde el original de 1974, diseñado por Giorgetto Giugiaro. La tercera generación, creada en 2008, dio inicio a una nueva era de diseño en el sector frontal, que luego fueron adoptando los restantes modelos de Volkswagen. Lo probamos durante una semana y le contamos que nos pareció en el siguiente informe.
Las líneas del Scirocco derivan del Concept IROC, que se presentó en el Salón de Ginebra de 2006. El frontal queda dominado por las ópticas dobles, unidas por una entrada de aire de bajo perfil. Sobre el capot, aparece el logo Volkswagen, ubicación poco común en la marca. En la zona inferior, otra entrada de aire con panel de abeja, queda escoltada por las luces auxiliares. La vista lateral exhibe un parabrisas inclinado, con la línea del techo que desciende levemente hacia un spoiler. Las llantas son de 18 pulgadas y el detalle que no puede faltar en una coupe que se precie de tal: puertas con cristales sin marcos. El sector trasero es el más original con grandes superficies curvas que ensanchan al vehículo, salida de escape doble y sobre el spoiler se distinguen las bisagras carenadas del portón.
El Scirocco, cuyo nombre proviene de los vientos cálidos del Sahara que soplan hacia las costas del Mar Mediterraneo, tiene una longitud de 4.26 metros, un ancho de 1.81 y un alto de 1.40.
El interior, de muy buena calidad, tiene varios elementos que recuerdan a otros modelos de Volkswagen como el sistema de sonido RCD 510, el climatizador y el instrumental, con cuadrantes analógicos para el tacómetro y velocímetro que incorporan a otros dos más pequeños para temperatura y nivel de combustible. Entre ellos, el display rectangular con los datos de la computadora de a bordo. El volante multifunción tiene base achatada y puede regularse en altura y profundidad. La postura de manejo es baja, óptima para el manejo deportivo. La objeción va para la visibilidad trasera, perjudicada por apoyacabezas de la segunda fila de asientos, que son integrales y de gran tamaño. Las butacas son muy cómodas, con soporte lateral en el cojín y en la zona lumbar. Pueden regularse en altura. En las plazas posteriores pueden ubicarse dos adultos de 1.80 metros sin problemas. Incluso nos sorprendió el holgado espacio para las piernas. El volumen del baúl varía entre los 292 y los 755 litros, de acuerdo a la posición de los respaldos traseros. Más de lo esperado para una coupé. Debajo del piso se ubica la rueda de auxilio temporal, con llanta de 16 pulgadas.
La unidad que probamos está propulsada por un motor naftero, de 4 cilindros, con turbo e inyección directa TSI, que con sólo 1.4 litros entrega 160 CV de potencia. Le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 218 km/h. El consumo en ciclo mixto es de aproximadamente 6.6 litros/100 km. Volkswagen ofrece otro TSI, de 2 litros con 211 CV, que recorta la aceleración de 0 a 100 km/h a 7 segundos y estira la velocidad máxima hasta los 240 km/h. La transmisión en ambos casos es manual de 6 marchas, mientras que para el motor 1.4 TSI puede optarse por una transmisión automática de doble embrague DSG, de 7 velocidades.
La tracción es delantera y el comportamiento es firme, tanto en ruta como en ciudad, sin perder confort de marcha.
El equipamiento de seguridad del Scirocco es inobjetable. Recibió la calificación de 5 estrellas por parte de la EuroNCAP, con 87% de protección para los ocupantes adultos y 73% para los niños. Además en su desarrollo se puso especial énfasis en la protección al peatón, adaptando los componentes del sector delantero con ese objetivo. Cuenta con el Control Electrónico de Estabilidad, de Tracción, asistente para el arranque en pendiente, ABS con distribución electrónica y asistente para el frenado de urgencia, indicador de desgaste de pastillas de freno, monitoreo de presión de neumáticos, anclajes ISOFIX y 6 airbags, entre otros.
En cuanto al equipamiento de confort la versión 1.4 TSI que probamos del Scirocco incluye al climatizador automático bi-zona, al sistema de sonido con cargador de 6 CDs, pantalla táctil, entrada auxiliar, conexión para iPod y 8 parlantes, control de crucero, retrovisores exteriores con ajustes eléctricos y térmicos, llave inteligente con botón de encendido, sensor de luz y de lluvia, función “Coming & Leaving Home” y faros halógenos, entre otros. Como opcionales se ofrecen los faros de xenón con luz de conducción en curva, lavafaros, regulación dinámica del alcance de los faros, asientos delanteros térmicos y con ajuste de apoyo lumbar eléctrico.
La versión 2.0 TSI incorpora todos los elementos anteriormente mencionados, a los que agrega el revestimiento interior del techo negro, tapizado en cuero y el tubo de escape cromado.
Además se ofrece como equipamiento opcional, para cualquiera de las dos versiones, al navegador satelital y al Bluetooth.
El Scirocco se produce desde 2008 en la planta de Volkswagen en Palmela, Portugal, cuya dirección estaba a cargo por entonces, del Ingeniero Emilio Sáenz, actual Presidente de Volkswagen Argentina.
Se comercializa con una garantía de dos años, sin límite de kilometraje, y el precio de la versión 1.4 TSI manual que probamos en diciembre de 2012, es de $ 199.820 pesos.
Como punto en contra del Scirocco mencionamos la visibilidad trasera y la ausencia del sensor de estacionamiento trasero. A favor, su impactante diseño que enamora a primera vista, su excelente conjunto motor-transmisión, gran comportamiento dinámico y equipamiento de seguridad, que justifica el haber recibido el Premio PIA 2012 al mejor auto importado.
Notas relacionadas:
El Volkswagen Scirocco ya esta en los concesionarios argentinos