Este título tan simple es una especie de axioma para que lo tenga en cuenta para siempre alguien que intente la fascinante aventura de convertirse en periodista.
A mi me lo enseñaron en mi primer trabajo -en el diario La Nacion, hace 50 años- un poco en serio y otro poco en broma los inolvidables y queridos Alberto Laya (Jefe de página) y Eduardo Maschwitz, como poniéndome en marcha en la profesión y que acepté sin tener en cuenta que, al mismo tiempo, estaba comenzando a disfrutar en todo sentido el mejor de los numerosos empleos que tuve en mi vida profesional. Mucho me sirvió también cuando pasé a la televisión que es justamente eso: imagen. Aunque muchos no lo tengan en cuenta…
Esta enseñanza la recordé rápidamente cuando leyendo la Revista Campeones, en la página 45, publicaron una excelente fotografía que se c onvierte en clave a raíz de la controversia surgida el domingo anterior en el GP de Malasia de Fórmula 1. El lector va a encontrar la mejor respuesta a las discusiones durísimas sobre problemas que habrían surgido en el equipo Red Bull, con la victoria de Sebastian Vettel, al comprobar que la realidad fue la que muestra la foto -arriba a la derecha- y que sostuvimos la revista y ésta página. Una imagen vale…
J. C. Perez Loizeau