En la última fecha de la temporada 2014 del DTM, Audi lució todo su potencial en la conducción autónoma. Un RS 7 especialmente desarrollado para movilizarse sin conductor alcanzó sus límites al girar en el circuito de Hockenheim a velocidades de competición.
El Audi RS 7 completó la vuelta levemente por encima de los 2 minutos, alcanzando velocidades de hasta 240 km/h y aceleraciones laterales superiores a 1 G.
Para su orientación en el circuito esta tecnología utiliza señales de GPS, que luego son transmitidas al vehículo vía red inalámbrica, y como respaldo, a través de radio frecuencia. Además, cámaras 3D instaladas en el automóvil filman la pista y un programa de computación compara estas imágenes con otras previamente registradas, dando como resultado una precisión de milímetros.
En la actualidad Audi ofrece en sus modelos de producción sistemas de asistencia para mantener la trayectoria y para prevenir, o al menos disminuir las consecuencias, de una colisión. Además promete para antes que finalice esta década, vehículos que se estacionen solos, sin la presencia del conductor en el interior.
La marca de los 4 anillos acumula más de 10 años desarrollando la tecnología de la conducción autónoma. En 2010 un Audi TTS sin conductor realizó la Trepada de Pikes Peak, de 20 kilómetros y un total de 156 curvas, alcanzando una velocidad de 72 km/h. Con la impactante demostración en Hockenheim, Audi estableció un nuevo estándar para los vehículos autónomos.