Imagenes del segundo dia de competencia del Rally de Argentina 2012. Loeb sigue siendo lider, ahora con 7.2 segundos de ventaja sobre Hirvonen y con 1 minuto 46 segundos sobre Sordo. Petter Solberg volvió a competir con su Ford Fiesta y llegó a la novena posición general, a 14:08 minutos.
Imagenes del primer dia de competencia del Rally de Argentina 2012.
Loeb es lider, seguido por Hirvonen, a 1/10 y por Sordo a 33 segundos. Petter Solberg, se retrasó.
Se realizó la tercera edición del Citroën Road Show, ésta vez frente a la Facultad de Derecho, en la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires.
El Citroën Total WRT, dominador de la última década del Rally Mundial, desplegó un show de gran destreza, para deleite de la multitud presente. Los pilotos del equipo, el 8 veces campeón mundial Sébastien Loeb, Mikko Hirvonen y Thierry Neuville dictaron cátedra a bordo del DS3 WRC. Incluso, una persona del público elegida al azar, pudo participar de una vuelta como acompañante.
El Citroën Road Show debutó en 2009 frente al Monumento de los Españoles, la segunda edición se desarrolló en 2011, junto al Obelisco.
Aprovechando el marco, Citroën materializó dos acciones solidarias relevantes: por un lado se inició la subasta pública en Internet del casco utilizado por Sébastien Loeb, donde todo lo recaudado se destinará a la Organización “Un techo para mi país” y por otra parte, dentro del Programa Guardianes de la Educación, se donó un Citroën C4 a una escuela Técnica de la Ciudad de Buenos Aires.
El equipo Citroën Racing, encabezado por Sebastien Loeb, dará otra demostración de manejo a bordo del Citroën DS3 WRC.
La cita es el sábado 21 de abril a las 14hs en Av. Figueroa Alcorta, frente a la Facultad de Derecho.
El Citroën Road Show se convirtió en un clásico que antecede a la fecha del Mundial de Rally en Argentina. En 2011 reunió a más de 40.000 personas frente al Obelisco porteño.
Aprovechando el marco, Citroën materializará dos acciones solidarias relevantes: por un lado inicia la subasta pública en Internet del casco utilizado por el ocho veces Campeón del Mundo Sébastien Loeb (http://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-147810359-casco-autografiado-por-sebastian-loeb-articulo-solidario-_JM) y, junto al concesionario oficial D´Arc, entregará un vehículo para ser usado como herramienta de estudio, a la Escuela Técnica Raggio de Capital Federal.
Previo al show, Loeb grabará una escena con actores de la tira Graduados. Luego tendrá lugar un desfile de autos clásicos de la Marca y otro de la Línea DS.
A raíz que el público argentino -además de los chilenos y peruanos- descubrieron un tipo de automovilismo que les resultaba extraño, que se corre por cualquier tipo de caminos y también por donde no lo hay, creo que no está de más -para gente de edad y también para jóvenes- escribir algunos datos sobre un acontecimiento que ocurrió hace más de 63 años y que presentamos sin comparaciones que siempre son odiosas, según una creencia popular.
CARRERA: Buenos Aires – Caracas, sobre 9.579 kilómetros y regreso desde Lima a Buenos Aires, sobre solamente 4.833 kilómetros, lo que hace un total de 14.412 kilómetros, en 14 etapas.
PARTICIPANTES: 141, de los que faltaron a la salida 3.
DISTANCIA DE LA PRIMERA ETAPA Buenos Aires – Salta: 1.692 kilómetros.
TIPO DE AUTOS: Turismo de Carretera.
VELOCIDAD PERMITIDA: Sin límites y sin tramos de enlace.
PROMEDIO: 80 km/h. El regreso de Lima lo ganó Oscar Gálvez a 102 km/h.
CREDITO TOTAL: Para el presidente del ACA, Dr. Carlos P. Anesi y para el responsable de la comisión de carreras del club, el inolvidable Francisco “Pancho” Borgonovo, quienes un año más tarde llevaron a Europa al equipo del ACA para la Fórmula 1, con camión, mecánicos, técnicos y pilotos, entre ellos Fangio y González.
Insisto en que no vale la pena discutir, porque son dos cosas distintas. Lo que hay que hacer es un ejercicio mental para otorgarle méritos infinitos a aquello que se hizo hace más de 60 años.
Un grupo de fieles amigos de Oscar Alfredo Gálvez se reunirá el 4 de febrero próximo por la mañana en la entrada principal del Club de Gimnasia y Esgrima, en Palermo, para festejar en lo que sería el día de su cumpleaños, para descubrir un busto del querido Aguilucho y, además, conmemorar la primera victoria de un piloto argentino corriendo contra los europeos, lo que se venía haciendo desde 1947 en Retiro. Se eligió ese lugar por la razón que, justo allí, estaba instalado el box del piloto argentino que el 6 de febrero de 1949, en una jornada lluviosa, se adjudicó el V Gran Premio Ciudad de Buenos Aires, Premio María Eva Duarte de Perón, sobre los pilotos italianos José Farina y Alberto Ascari, que se despistaron poco antes del final. Tito conducía su legendario Alfa Romeo 3.8.
Se debe dejar constancia imprescindible sobre la buena voluntad puesta por los dirigentes del club de mayor jerarquía, el de Gimnasia y Esgrima, para aceptar la colocación del monolito dentro de sus instalaciones en su puerta principal sobre la Avenida Figueroa Alcorta.
La invitación se extiende hacia todos aquellos que recuerdan con cariño a un ídolo irrepetible.
En el primer trimestre de 2012, llegará a la Argentina el BMW Serie 1 M, la coupé deportiva de altas prestaciones desarrollada por la división Motorsport. Es el primer modelo de estas características que BMW ofrece en ese segmento.
Con sus 4,38 metros de largo y su altura de 1,42 m, el BMW Serie 1 M es el modelo más corto y bajo de la gama M. En comparación con el 135i Coupé, en el que se basa, es 5,5 cm más ancho como resultado del aumento de la trocha en los dos ejes. La estética de la parte frontal exhibe tres grandes entradas de aire inferiores diseñadas especialmente para reducir la turbulencia alrededor de los arcos de rueda, dobles faros redondos bi-xenón con luces de posición de tipo LED y la clásica parrilla de BMW. En el lateral, branquias alojan a los intermitentes y al logo M, mientras que en el sector trasero se destaca el spoiler integrado a la tapa del baúl, y la cuádruple salida de escape. Las llantas de aleación liviana son de 19 pulgadas y los colores de carrocería disponibles son tres: Blanco Alpina, Negro Zafiro y el naranja Valencia, que es exclusivo para este modelo.
El interior recrea el ambiente de un deportivo, con tapizado de cuero y costuras naranjas. Ofrece cuatro plazas y un volumen de baúl de 370 litros.
El Serie 1 M está propulsado por un motor de 6 cilindros en línea, biturbo, con inyección directa, 3 litros, que entrega una potencia de 340 caballos. Acelera de 0 a 100 km/h en menos de 5 segundos, y alcanza los 200 km/h en apenas 17 segundos. La velocidad máxima es de 250 km/h, limitada por corte electrónico. A pesar de sus altas prestaciones, el consumo en ciclo mixto es de 9,6 litros/100 km. La transmisión es manual de 6 marchas, con recorridos cortos y la tracción, trasera. Además, incorpora de serie, a un sistema de bloqueo variable del diferencial y la recuperación de la energía de frenado.
El equipamiento de seguridad incluye al Control Dinámico de Estabilidad, que incluye al ABS, a la asistencia para el frenado en curvas, al sistema de compensación de la fatiga de los frenos y al asistente para el arranque en pendiente. Naturalmente, se incluyen 6 airbags. Por otra parte, el conductor puede activar mediante una tecla, el Modo Dinámico M, para facilitar la tracción en la nieve o arena, lograr una respuesta más deportiva, que también se ve reflejada en el sonido del motor.
En aquellos tiempos lejanos -1959/1960, cuando se promulgó la Ley de Creación de la Industria Automotriz- los 10 que nos dedicábamos a ésto de los autos de carrera o de calle -en 1971 éramos 14 (tengo documentación) e hicimos la Temporada Internacional con la ayuda del Club YPF con notable éxito destacado por la FIA-aprendimos otra tarea que fue concurrir a las presentaciones de los nuevos modelos, tarea que afortunadamente, fue acelerando a fondo a través del tiempo.
Se llamaba a los periodistas y se les mostraban los autos, mientras le daban la gran charla sobre sus virtudes. Luego se tomaba una copa y uno se retiraba con una carpeta de cartulina con las fotos y todo aquello que ya nos habían mostrado.
Pero el progreso llega con la constancia. Y las empresas que iban apareciendo querían impresionar más y mejor a los periodistas que aumentaban geométricamente en número. Pero lo básico fue siempre lo mismo, aunque también se agregó un regalito en la bolsita de papel con la info.
Cuando fuimos muchos, en la inauguración de Mercedes en González Catan, no tuvimos suerte. El servicio de lunch era del Club Alemán, que era buenísimo, pero cuando abrieron las puertas del lugar la manada (perdón, el grupo de profesionales) llegó a mucha velocidad a las mesas, que eran tablones con caballetes…Se fue todo al suelo. Bueno, estábamos aprendiendo.
La costumbre de las presentaciones no cambió mucho, a pesar de tener hasta industria propia. Aunque ahora hasta nos dan CD, DVD o Pen-Drive. Pero en esencia, siempre es lo mismo. Lo pasamos muy bien, charlamos y nos vemos todos, que siempre es bueno. Pero, siempre hay un pero, algunas terminales son tan importantes que en los lanzamientos también invitan a autoridades nacionales lo que se traduce en una espera de 4 ó 5 horas, de pie y rogando que a alguien se le caiga un sándwich.
A veces los periodistas pueden dar una vuelta con el producto presentado, especialmente si es en el autódromo Hermanos Gálvez. Ya es mejor, porque algunas terminales -como Audi- alquilan sectores de los ex gloriosos boxes de nuestro autódromo internacional y los convierten en salones tapizados.
Hace pocos días Renault Argentina presentó allí su Mégane III R. S.
Como hacen todos, pero con un agregado casi genial. El auto es una especie de GT, porque sus prestaciones son muy deportivas -250 burros- y es muy confortable. Pero ahora viene lo mejor.
Presentaron 4 unidades que uno podía conducir o ir de acompañante con un piloto, entre los que estaban los integrantes del equipo Renault de TC2000 -Guillermo Ortelli y Mauro Giallombardo-, Lucas Benamo y dos franceses. Yo opté por uno conocido y fui con Guillermo. Pero, a medida que los otros compañeros salían con los pilotos extranjeros volvían llenos de felicidad. Uno de los franceses era pelado y el otro peludo, con pinta de loco, como llamamos nosotros a los que nos hacen recordar a Luisito Di Palma.
Esa fue la gran diferencia. Entonces pudimos salir con los 4 autos y colocarse bien el cinturón -yo me até como un matambre, anduve con muchos héroes del camino- y a agarrarse de cualquier cosa. Julien Piguet (el peludo) y Fréderic Johais (el pelado) son pilotos que pasaron por varias categorías internacionales, participaron en películas como dobles de riesgo, e integran un equipo que brinda exhibiciones acrobáticas en circuitos de todo el mundo, con modelos de la división deportiva de Renault.
Con nosotros adentro hicieron simulacros de carrera, realmente apasionantes, porque nadie puede andar así en esos autos en cualquier momento. Cuando arrancaban de la calle de boxes quedaba un rato largo el humo azul de los neumáticos, luego el ruido de los frenos, de los motores y la guerra declarada entre ellos para divertirse. Pasó de todo y sin ningún inconveniente desagradable. Por el contrario nunca vi tantos periodistas, veteranos, jóvenes, ex pilotos y colados con tanta alegría, bajando de los autos contando su dura experiencia. ¡Así se corre en auto (había varios pálidos) y así se hace una presentación terminando 2011! ¡Y hubo sushi!…
Los responsables de este acierto sin precedentes se llaman Alejandro Reggi, Gustavo Fosco y Marcelo De Carlo.
¡Horror…!. Se supone que el equipo Red Bull manejó el GP de Brasil para que Webber ganara de una buena vez, una carrera este año. Y hasta comentan que el auto de Vettel no sufrió ningún problema en la caja de velocidades, y que fue sólo una excusa para darle la oportunidad de ganar a Webber…
¿Todavía hay alguien que cree que la F1 es como un partido de criquet que se juega en el verde césped -entre taza y taza de te- del Palacio de Buckingham…?.
Es lindísimo ver las carreras desde 1950 hasta ahora, aunque por entonces era una especie de gallinero desorganizado pero apasionante. Desde que quedó todo en manos de Bernie Ecclestone y se ordenó como un gran negocio, se transformó en un gran show en el que lo único que no hay es vergüenza. Reutemann -que es mejor especialista en F1 que Senador- ya lo adelantó el sábado, cuando dio a entender que era muy posible que esto ocurriera en la carrera y reforzó su creencia cuando el l min11 de Vettel fue casi empatado por Webber, sin que nadie -salvo alguien que realmente conozca algo sobre este negocio- lo tuviera en cuenta.
La carrera resultó, por lo menos, simpática, porque Interlagos es casi como si fuera nuestra. Reutemann ganó 2 veces y todos fuimos varias veces. Con el paso del tiempo quedó un poco corto, pero el trazado es muy divertido y permite que los autos se superen en varios lugares. Si tenemos en cuenta los desastres que hace el proyectista privado del Tio Bernie, Herman Tilke, el circuito paulista sigue siendo utilizable.
Luego de la largada, Vettel se fue lejos, seguido por Webber, Button, Alonso y Hamilton. Después de la vuelta l3º, le ordenaron a Vettel que dejara primero a su compañero australiano, porque la telemetría anunciaba “serios problemas con la segunda y tercera marcha de la transmisión”. Así fue. Y siguieron los dos, con más de 10 segundos sobre el pobre Alonso y un siempre cumplidor Button.
Algún toque de Schumi, un abandono con más pena que gloria de Hamilton, el esfuerzo de Alonso y el recuerdo de las 100 carreras de Massa con Ferrari, que festejó quemando gomas para los muchachos, al final.
Fernando Tornello, el Tano Fazzini y su equipo, tuvieron la buena idea de llevar a Carlos Reutemann a Interlagos, un circuito en que el Lole ganó dos veces. Una por el campeonato mundial y otra sin puntos. Es decir, lo conoce desde adentro, lo que hay que saber aprovechar, como hicieron los colegas que transmiten todo el calendario. Siempre es bueno escuchar a Reutemann porque, aunque esté dedicado a otros menesteres -especialmente su campo y su tractor- ese negocio lo conoce no sólo porque le gusta. Ganó 12 Grand Prix y corrió en los equipos más poderosos, aunque no se le perdone que no le haya dado un autazo a Piquet en Las Vegas para ganar un campeonato. Su frase más común es “Esto es muy difícil…”. Y la aplica en todo lo que hace, que nunca es algo simple.
Fue muy bueno oír sus comentarios a medida que pasaban las dos primeras qualys, mientras se especulaba que podría hacer Vettel para superar el record de poles de Nigel Mansell, obtenida con Williams en 1992. Se notó, naturalmente, que no sigue como antes esa actividad, pero su intuición es la misma. Demostró su admiración por Vettel y por el trabajo que hizo con ese chico Helmutt Marko, su mentor.
Vettel hizo su tiempo de entrada. Amenazaba lluvia y los comentarios eran muy prudentes. Pero el agua no llegó. Y en esas condiciones, se notaron el progreso de Webber -para aquellos que creen que el equipo lo tiene abandonado- la tarea siempre cuidadosa y rápida de Button, la inútil tarea de Alonso con una Ferrari que no va -ni hablemos de la del pobre Massa en su barrio- y la desaparición casi fulminante de Hamilton.
Cuando entró Vettel al box para poner los neumáticos y buscar el 1, la ansiedad llegó a su punto máximo. En voz baja, como siempre, se oyó la sonrisa de Reutemann y el comentario del Tano Fazzini, descubriendo que el Lole le había dado un papelito doblado con un tiempo. Hasta allí nadie había bajado el 1m12s y fracción. Cuando Vettel comenzó su vuelta rápida Fazzini le preguntó:”¿Crees que baja el l´ l2…?. Vettel no llegó a los 300 km/h. Se quedó en 299. Pero Reutemann, a media voz e insistiendo, le dijo:”Si, lo baja…” y se oyó su sonrisa. Allí mismo entró en la recta final, la radio ya lo había vuelto loco a Vettel y Marko no sabía a quien más abrazar. El tiempo: 1m11s9. Reutemann comentó: “Y entró al libro de los Guiness”.
Las 14 de Mansell pasaron a ser las 15 de Vettel . Todo fue alegría, como si hubiera ganado la carrera. Abrazos y risas. Aunque el mejor primer plano fue el de Schumacher cuando vio el tiempo en un tablero. Se dio vuelta, miró la cámara y, con un poquito de sonrisa, abrió grandes los ojos y bajó la mandíbula. Pareció asombrado.