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El Dakar y la Caracas: No es para comparar, es solo para recordar

Domingo Marimon

A raíz que el público argentino -además de los chilenos y peruanos- descubrieron un tipo de automovilismo que les resultaba extraño, que se corre por cualquier tipo de caminos y también por donde no lo hay, creo que no está de más -para gente de edad y también para jóvenes- escribir algunos datos sobre un acontecimiento que ocurrió hace más de 63 años y que presentamos sin comparaciones que siempre son odiosas, según una creencia popular.

CARRERA: Buenos Aires – Caracas, sobre 9.579 kilómetros y regreso desde Lima a Buenos Aires, sobre solamente 4.833 kilómetros, lo que hace un total de 14.412 kilómetros, en 14 etapas.

PARTICIPANTES: 141, de los que faltaron a la salida 3.

DISTANCIA DE LA PRIMERA ETAPA Buenos Aires – Salta: 1.692 kilómetros.

TIPO DE AUTOS: Turismo de Carretera.

VELOCIDAD PERMITIDA: Sin límites y sin tramos de enlace.

CLASIFICACION: 1º Domingo Marimón (Chevrolet), 2º Eusebio Marcilla (Chevrolet), 3º Juan Gálvez (Ford).

PROMEDIO: 80 km/h. El regreso de Lima lo ganó Oscar Gálvez a 102 km/h.

CREDITO TOTAL: Para el presidente del ACA, Dr. Carlos P. Anesi y para el responsable de la comisión de carreras del club, el inolvidable Francisco “Pancho” Borgonovo, quienes un año más tarde llevaron a Europa al equipo del ACA para la Fórmula 1, con camión, mecánicos, técnicos y pilotos, entre ellos Fangio y González.

Buenos Aires - Caracas - 1948

Insisto en que no vale la pena discutir, porque son dos cosas distintas. Lo que hay que hacer es un ejercicio mental para otorgarle méritos infinitos a aquello que se hizo hace más de 60 años.

Respetemos la Historia

Oscar Galvez en el circuito de Palermo en 1949

Me da mucha pena cuando alguien realiza un esfuerzo, se equivoca en su intención -o desconoce la historia del automovilismo argentino- e involucra a organismos del Estado. En éste caso, la Legislatura de la Ciudad De Buenos Aires que, comprendemos, tiene temas para tratar que exceden en importancia al entusiasmo de algunos, que suponen que un homenaje deportivo puede ser una prioridad en momentos tan difíciles, para una gran parte de los ciudadanos.

Me hicieron llegar los detalles de una Ley votada en la Legislatura que respeto, pero que nada tiene que ver con la realidad. Se trata de llamar de ahora en más “Juan Manuel Fangio” al circuito de Palermo -estoy utilizando estilo deportivo- que fue donde el 6 de febrero de 1949 Oscar Alfredo Gálvez se impuso por primera vez en la historia para un argentino, a los pilotos y equipos europeos que nos visitaban desde 1947. Anteriormente se corría en el circuito -también improvisado- de Retiro, frente al edificio de la Casa de la Moneda, carrera en la que estuve presente.

Sería demencial pretender quitarle algo de la gloria que Juan acumuló con su talento inigualable desde 1949 -en Europa- y a partir del año siguiente en los campeonatos mundiales hasta su retiro en 1958, con 5 títulos. Pero no se pueden dejar pasar detalles históricos que, a través de tiempo, pueden transformarse en realidad.

Para terminar -y no dar más detalles que los aficionados conocen- el problema comenzó cuando, también erróneamente, la Legislatura autorizó que el autódromo de Buenos Aires pasara a llamarse “Oscar y Juan Gálvez”, cuando debió ser justamente, “Juan Manuel Fangio”, por su idiosincrasia. Juan fue ídolo en las pistas y los Gálvez -también allí está la falta de no haber incluido a Roberto Gálvez- fueron los héroes de los caminos y las rutas…

Asimismo, no quiero dejar de informar que un grupo de incondicionales seguidores de Oscar  hicieron exitosas gestiones en el mismo sentido ante el Club de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires porque, ante sus puertas, estaba instalado el box del glorioso día de la histórica victoria de Oscar Gálvez, y en su ingreso hoy están a punto de terminar de instalarse monolito y busto recordatorios.

J. C. Pérez Loizeau

GP de Brasil F1 – Webber salvo el honor

GP de Brasil 2011

¡Horror…!. Se supone que el equipo Red Bull manejó el GP de Brasil para que Webber ganara de una buena vez, una carrera este año. Y hasta comentan que el auto de Vettel no sufrió ningún problema en la caja de velocidades, y que fue sólo una excusa para darle la oportunidad de ganar a Webber…
¿Todavía hay alguien que cree que la F1 es como un partido de criquet que se juega en el verde césped -entre taza y taza de te- del Palacio de Buckingham…?.

Es lindísimo ver las carreras desde 1950 hasta ahora, aunque por entonces era una especie de gallinero desorganizado pero apasionante. Desde que quedó todo en manos de Bernie Ecclestone y se ordenó como un gran negocio, se transformó en un gran show en el que lo único que no hay es vergüenza. Reutemann -que es mejor especialista en F1 que Senador- ya lo adelantó el sábado, cuando dio a entender que era muy posible que esto ocurriera en la carrera y reforzó su creencia cuando el l min11 de Vettel  fue casi empatado por Webber, sin que nadie -salvo alguien que realmente conozca algo sobre este negocio- lo tuviera en cuenta.

La carrera resultó, por lo menos, simpática, porque Interlagos es casi como si fuera nuestra. Reutemann ganó 2 veces y todos fuimos varias veces. Con el paso del tiempo quedó un poco corto, pero el trazado es muy divertido y permite que los autos se superen en varios lugares. Si tenemos en cuenta los desastres que hace el proyectista privado del Tio Bernie, Herman Tilke, el circuito paulista sigue siendo utilizable.

Luego de la largada, Vettel se fue lejos, seguido por Webber, Button, Alonso y Hamilton. Después de la vuelta l3º, le ordenaron a Vettel que dejara primero a su compañero australiano, porque la telemetría anunciaba “serios problemas con la segunda y tercera marcha de la transmisión”. Así fue. Y siguieron los dos, con más de 10 segundos sobre el pobre Alonso y un siempre cumplidor Button.

Algún toque de Schumi, un abandono con más pena que gloria de Hamilton, el esfuerzo de Alonso y el recuerdo de las 100 carreras de Massa con Ferrari, que festejó quemando gomas para los muchachos, al final.

GP de Brasil F1 – Vettel logro el record de Poles y el Lole acerto otra vez

Sebastian Vettel

Fernando Tornello, el Tano Fazzini y su equipo, tuvieron la buena idea de llevar a Carlos Reutemann  a Interlagos, un circuito en que el Lole ganó dos veces. Una por el campeonato mundial y otra sin puntos. Es decir, lo conoce desde adentro, lo que hay que saber aprovechar, como hicieron los colegas que transmiten todo el calendario. Siempre es bueno escuchar a Reutemann porque, aunque esté dedicado a otros menesteres -especialmente su campo y su tractor- ese negocio lo conoce no sólo porque le gusta. Ganó 12 Grand Prix y corrió en los equipos más poderosos, aunque no se le perdone que no le haya dado un autazo a  Piquet en Las Vegas para ganar un campeonato. Su frase más común es “Esto es muy difícil…”. Y la aplica en todo lo que hace, que nunca es algo simple.

Fue muy bueno oír sus comentarios a medida que pasaban las dos primeras qualys, mientras se especulaba que podría hacer Vettel para superar el record de poles de Nigel Mansell, obtenida con Williams en 1992. Se notó, naturalmente, que no sigue como antes esa actividad, pero su intuición es la misma. Demostró su admiración por Vettel y por el trabajo que hizo con ese chico Helmutt Marko, su mentor.

Vettel hizo su tiempo de entrada. Amenazaba lluvia y los comentarios eran muy prudentes. Pero el agua no llegó. Y en esas condiciones, se notaron el progreso de Webber  -para aquellos que creen que el equipo lo tiene abandonado- la tarea siempre cuidadosa y rápida de Button, la inútil tarea de Alonso con una Ferrari que no va -ni hablemos de la del pobre Massa en su barrio- y la desaparición casi fulminante de Hamilton.

Cuando entró Vettel al box para poner los neumáticos y buscar el 1, la ansiedad llegó a su punto máximo. En voz baja, como siempre, se oyó la sonrisa de Reutemann y el comentario del Tano Fazzini, descubriendo que el Lole le había dado un papelito doblado con un tiempo. Hasta allí nadie había bajado el 1m12s y fracción. Cuando Vettel comenzó su vuelta rápida Fazzini le preguntó:”¿Crees que baja el l´ l2…?. Vettel no llegó a los 300 km/h. Se quedó en 299. Pero Reutemann, a media voz e insistiendo, le dijo:”Si, lo baja…” y se oyó su sonrisa. Allí mismo entró en la recta final, la radio ya lo había vuelto loco a Vettel y Marko no sabía a quien más abrazar. El tiempo: 1m11s9. Reutemann comentó: “Y entró al libro de los Guiness”.

Las 14 de Mansell pasaron a ser las 15 de Vettel . Todo fue alegría, como si hubiera ganado la carrera. Abrazos y risas. Aunque el mejor primer plano fue el de Schumacher cuando vio el tiempo en un tablero. Se dio vuelta, miró la cámara y, con un poquito de sonrisa, abrió grandes los ojos y bajó la mandíbula. Pareció asombrado.

Nueva planta de motores de Ford Argentina

Nueva Planta de Motores de Ford Argentina

En el marco de la celebración del 50º aniversario del Centro Industrial Pacheco, Ford Argentina presentó formalmente a su nueva Planta de Motores, cuya inversión alcanza los 21 millones de dólares y generará alrededor de 140 empleos directos y unos 100 indirectos, entre los diversos proveedores asociados al proyecto. Será capaz de producir anualmente 44.000 motores, por turno de producción, y serán destinados a equipar la futura generación de la pick up Ranger, la primera plataforma global de Ford en producirse en el país.

El evento contó con la presencia de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y otras autoridades del ámbito nacional.

Hace medio siglo – Cuando Ford rompió el silencio

Éramos tan jóvenes, que no estaba ni Jorgito Di Nucci…y los periodistas del mundo automotor no llegábamos a 14. Entrar en Ford fue mucho más simple, que ahora a las 2 de la tarde. El motivo -piense en la época- era más que importante para el país tuerca, que recién comenzaba a ordenarse también en ese rubro.

La invitación fue para asistir a la inauguración de una planta de motores, acto que abrió el presidente de la empresa, Sr. Douglas B. Kitterman con un discurso que nos fue acostumbrando a un idioma que con el tiempo se haría más común. Una mezcla rara de inglés y castellano, casi igual que la nuestra, si teníamos la fortuna de viajar a los Estados Unidos.

La mesa se ubicó en un costado de la planta, porque el lugar no era muy extenso. Antes de comer el Sr. Kitterman habló sobre la importancia del acto y la satisfacción de la empresa siempre tan ligada a nuestro país. El presidente de Ford, a poco de comenzar a hablar, se dio cuenta que además de su incipiente castellano, había un ruido que dificultaba más su discurso. Y allí -con una sola frase- nos ganó por demolición, nos convenció por nuestro costado débil, el del corazón sensiblero y tanguero, la que esperamos siempre y con más razón en esa ocasión importante…pero a la que no estábamos acostumbrados.

Miró hacia la línea de producción y se dio cuenta que el ruido era importante, como para tenerlo de fondo. En realidad se oía tanto como sus palabras. Y encontró el lugar justo para justificar el problema. Nos miró con autoridad y señalando la dirección del ruido, dijo:”Oigan…ese ruido quiere decir LA ARGENTINA AVANZA…”. En algún lugar de la planta todavía se deben oír los aplausos que -con justicia- se ganó el Sr. Kitterman, hace medio siglo en Pacheco. Lo habíamos entendido todos.

J.C. Pérez Loizeau

GP de Abu Dhabi F1 – El que divierte es Vettel

Lewis Hamilton

Algunos opinan que las carreras se hacen aburridas porque Vettel gana siempre y los resultados se repiten. Es verdad. Pero una carrera de la que no participa el fenomenal joven alemán, también se hace aburrida.

Si no es por factores climáticos o circuitos serios –no ésta mala broma del Ing. Hermann Tilke protegido por Bernie Ecclestone, que utiliza a estos sujetos vestidos curiosamente para aumentar su fortuna con miles de dólares más- las carreras no son buenas porque ponen en evidencia la mediocridad de los 5 ó 6 pilotos del primer pelotón  que son siempre los mismos. Corren, ganan y pierden entre ellos, ante la ausencia de Vettel, que puede ser que esté tan adelante -haciendo record de vueltas en las últimas seis carreras- o que, como ocurrió en esa villa de emergencia directamente no esté.

Nadie puede dudar de la calidad de Hamilton-Button (McLaren), Fernando Alonso-Massa (Ferrari), Webber, Rosberg, -que va llegando-, pero tampoco se puede dudar que entre ellos, no sale una carrera buena nunca. Antes de salir ya se sabe que Hamilton va a andar por cualquier lugar, pero cerca o en la vanguardia, que Alonso va a pelear contra su auto y contra los mecánicos del box cada vez que pare, que Button difícilmente deje de ir tomando el te con la Reina, que Webber –a que los aficionados digan que en Red Bull lo desprecian y que Massita tiene mala suerte…

Abu Dhabi sirvió otra vez para caretear. No faltó nadie. Desde el Rey de España a Piero Lardi Ferrari, cada vez más parecidp al Viejo, los abrazos calurosos del Tío Bernie a todo aquel que vistiera de blanco completo, jugadores de fútbol y colados Reyes de rock, antes de irse a dormir.

Para destacar fue que Vettel, al quedar de a pie, recibió un cariñoso abrazo del Tío Bernie, mientras muy sonriente le agradecía que no estuviera, ya que ganó las dos carreras anteriores.
En la vuelta 20 se hizo noche -faltaban más de 30 para terminar- pero en los barcos de esa bahía, con más petróleo que agua, ya habían comenzado los bailes, es decir, lo importante.

En fin, Hamilton le regaló la carrera a su mamá en su cumpleaños y Vettrel, por fin, abandonó una carrera. Pero sus rivales no fueron capaces de hacer algo entretenido.

La despedida del calendario será en Brasil. Calurosa, divertida y con las tribunas colmadas por los muchachos en cueros, bañados por los bomberos. Unos tanto y otros tan poco…

GP de Corea F1 – Victoria impresionante de Vettel

Sebastian Vettel

En la edición de setiembre de 2011 de la revista ONE -dirigida con su reconocido oficio y criterio por Oscar Fittipaldi- se publicó una nota traducida de “Motorsport”, de Inglaterra, del periodista Edd Straw quien pregunta a sus lectores: “¿Qué tan bueno es Sebastián Vettel?”.

En muy poco tiempo se contestó sola con la conquista de su segundo campeonato y con su victoria en Corea, en la que después de perder por milésimas la pole con Hamilton, se exacerbó su orgullo, y realizó un trabajo impresionante.

En un autódromo desprolijo, con lomitos de burro agrupados al final de la recta principal y tan sucio que hubo que andar obligatoriamente por una huella, Vettel corrió otra carrera.

Lo que más destacado fue el acostumbrado autazo de Petrov a alguien (esta vez lo sufrió Schumacher), la entrada del safety-car, y algunos roces leves en la salida de boxes (Alonso v Schumy), motivados por que el lugar también está mal hecho.

En la salida ya Vettel le había contestado al periodista inglés, en dura lucha con Hamilton, Alonso, Massa y Button. Y luego de las detenciones para cambiar rodado, la carrera se puso entretenida.

Poco antes de la mitad de la carrera se ubicaron Alonso, Vettel, Alguersuari (¿?), Hamilton, Webber, Button y Massa. Así, con algunos cambios anduvieron un rato largo, pero entretenido. Pero luego vendría lo mejor.

Con la pasada por arriba de Petrov sobre Schumi entró el safety car. Cuando se fue, Vettel hizo la del manual: disminuyó la velocidad, juntó a los de atrás y, con una acelerada rápida se fue…Los que quedaron bien juntos y con maniobras frustradas de sobrepasos muy buenas para el espectáculo fueron Hamilton, Webber, Button (sin mucha inspiración esta vez), Alonso y Massa con, insisto, muy buen espectáculo. Allí llegó el asombro.

Hacía un largo rato que nadie hablaba de Vettel porque no se le veía en la pantalla, hasta que llegó la noticia: estaba primero con 12 segundos de ventaja sobre el pelotón que estábamos viendo…
Faltando 5 vueltas le dijeron por radio que anduviera más tranquilo y cuidara las gomas. No les hizo caso. Además hizo record de vuelta en la última…Una demostración impresionante.

Así el puesto ligeramente en duda en Inglaterra ganaba su vigésima carrera, igualando a Hakkinen, y 10 sobre 16 en el año, ya siendo campeón. El podio quedó Vettel, Hamilton y Webber quien, con su aporte, le hizo ganar la Copa de Constructores a Red Bull.

Cuando Schumacher ganó su primer campeonato Vettel tenía 7 años de edad. En el podio se emocionó mucho cuando le pusieron su himno y luego se divirtió cuando Webber bañó a dos coreanos, con ropas elegantes. Hamilton no estaba de buen humor. El periodista inglés tampoco.

GP de Japon F1 – Ganó Button y Vettel es otra vez campeón

Sebastian Vettel y Jenson Button

Suzuka fue diagramada por expertos, y controlada constantemente por radio. Nada fue dejado librado al azar y la tarea de los técnicos se vio facilitada porque los tres primeros son campeones mundiales y conocen muy bien su trabajo.
La emoción para los espectadores se trasladó a la enorme cantidad de paradas que hubo que hacer en los boxes, para los cambios de compuestos de los neumáticos. Por lo menos eso entretiene y motiva sorpasos constantes.

La clave de lo que iba a ocurrir fue la parada de Vettel en la vuelta 10. No tenía que correr riesgos en un circuito lindísimo, pero demasiado abrasivo. A poco de comenzar ya se forma la huella que dejan los autos y no se puede salir de ella, porque es imposible manejar con tierra, bolitas de gomas y pedazos de plástico de algunos roces, que los hubo y de los que participó Hamilton -otra vez con Massa- en el peor año de su carrera de piloto de F-1.

Estuvieron en los primeros lugares los mejores. Como siempre. Al comienzo Vettel, como para demostrar que podía ganar, junto a Button -piloto ejemplar que se dio el gusto de triunfar – Webber, Hamilton, Massa y Alonso.

La carrera fue entretenida y se puso mejor, porque en la vuelta 21, Button lo superó a Vettel en un cambio de gomas y allí se quedó hasta el final, pero con Alonso segundo y tercero el alemán, corriendo para el campeonato y no para la carrera.

En el giro 24 entró el safety-car para que limpiaran el circuito y cuando se fue, Button, que estaba adelante, disminuyó su velocidad y juntó a todos. Aceleró de golpe y se fue contento bien adelante. En la vuelta 33 entró Vettel por tercera vez a cambiar gomas y por la radio le dijeron que no se entusiasmara y cuidara el caucho.

Hasta el final se mantuvieron igual Button, Alonso y Vettel, con su segundo campeonato mundial asegurado -convirtiéndose en el piloto más joven en conseguirlos  en la historia- con l5 carreras consecutivas sumando puntos, con 12 poles y 9 triunfos, cuando faltan 4 grand prix.

El joven campeón saludó a todos. Desde Alonso y Button, a  todo su equipo uno por uno, a su compañero Webber, a su familia, y a su entrenador finlandés. Otra vez a Button y, finalmente, dijo “Quisiera decir tantas cosas…”. Pero no le alcanzó el tiempo. Como ya le ocurrió antes, lo mejor de Vettel fue su llanto a los gritos, cuando llevaba su auto en la vuelta de la victoria y por la radio le gritaron desde su box.”¡Sos  el campeón mundial!”. Lo que confirmó que, en realidad, es un chico…

GP de Singapur F1 – Vettel adelante, y los demás donde pueden

Sebastian Vettel

Hay un comentario histórico en la Fórmula 1. Cuando hay un ganador repetido la pregunta es ¿es tan bueno el piloto o es porque tiene el mejor auto? Una cosa está implícitamente relacionada con la otra. Uno solo de los dos factores no alcanzaría para ganar 9 carreras en la Temporada, ganar en forma consecutiva las 3 últimas después del receso y haber quedado ahora a 1 punto de su segundo campeonato mundial, que es lo que ocurre con Vettel-Red Bull.

En Singapur -un circuito feo, totalmente improvisado por motivos económicos, en el que se corre encajonado, de noche y con luz brillantísima sólo en la pista con el peligro que en la tribuna alguien enciende una linterna y perturbe a los pilotos- y que motiva toques, roces y choques a cada momento.

La carrera se puede separar en dos partes: Vettel y el resto. La superioridad del joven piloto alemán y su auto es tan notable que le quita atracción. El interés se concentra en esperar que Hamilton -que, según los aficionados siempre da espectáculo- choque contra cualquier cosa, en cualquier momento. Y él cumple. En Singapur lo ayudó el equipo Mercedes, porque Rosberg le pegó a Sergio Pérez y lo sacó de la pista, Schumacher que venía más atrás, se montó en una rueda trasera del mexicano y el siete veces campeón mundial levantó vuelo, como caballo asustado. Afortunadamente para Schumi el auto cayó sobre las ruedas delanteras. Y cómo fue de grosero el error, que Schumacher lo reconoció y los directores del evento lo perdonaron. Aunque apercibieron al hijo del Keke. Hamilton, en cambio, continuó con la costumbre de pegarle a Massa, uno de sus preferidos.

En la salida, Hamilton trató de superar a Vettel, Button y Alonso. En el desparramo consiguiente lo hizo pasar a Webber de segundo a cuarto, lo que fue aprovechado por un especialista -Alonso- que se ubicó tercero. Hubo algunos cambios cuando comenzaron a separase en el  denominado circuito.

En la séptima vuelta las posiciones eran: Vettel, 9 segundos delante de Button, tecero Alonso, Webber, Massa, Hamilton y el resto, tratando de no tocar los paredones. Con las entradas a los boxes, nadie sabía bien dónde estaba ubicado.

En la 19º el escocés Di Resta, que viene del DTM, estaba en el tercer lugar hasta que Webber, obsesionado por Vettel allá adelante, lo pasó y Hamilton -el que da espectáculo- estaba l5…

La carrera se estaba poniendo interminable. Larguísima, casi de dos horas de duración. El único voluntario que quiso alcanzar a Vettel fue Button -con su principesco estilo- pero Vettel fue aflojando segundos, y ganó una vez más por muerte, como dirían los muchachos de la tribuna. Alonso trabajó, como siempre, contra una Ferrari que no encuentra el camino y, salvo Button, el resto quedó mareado por tanta curvita, junto a la playa de Singapur. El más contento, además de Vettel, fue el tio Bernie, que salió rápidamente para el Banco antes que cerrara.

GP de Italia F1 – Una carrera excepcional

Sebastian Vettel

Insistimos con lo de los circuitos. Ya lo hicimos con Spa, hace pocos días y ahora lo confirma Monza. La Fórmula 1 se transformó en una actividad irremplazable del automovilismo, para los aficionados de todo el mundo. ¿Por qué? Porque hay pocas cosas tan emocionantes para la gente que ver autos rápidos y pilotos que les hacen rendir toda la capacidad técnica que disponen, poniendo en riesgo hasta su vida. Pero todo ese espectáculo maravilloso necesita, imprescindiblemente, escenarios adecuados. No se puede correr en cualquier parte, y sin embargo, se hace únicamente por razones comerciales.

Lo demostraron en pocos días los dos circuitos más tradicionales: Spa y Monza, dejando de lado Mónaco, que es directamente un acontecimiento social. En los dos trazados largos y altamente riesgosos, se vieron los dos Grandes Premios más emocionantes de la temporada.

La salida de Monza fue una obra de arte de Fernando Alonso, con su escapada por la derecha, arriesgada y perfectamente ejecutada, que lo puso adelante del pelotón durante las 4 primeras vueltas. Después lo superó en el momento adecuado y cuando las cosas se tranquilizaron -hubo de todo en la primera chicana del circuito, como siempre- Sebastián Vettel, que llegó así hasta el final, como para que nadie pueda discutir ya su enorme dimensión.

Pero lo bueno fue que comenzaron allí mismo los duelos de tipo personal como, por ejemplo, el de Hamilton tratando de superar a un resucitado Schumacher, que utilizó su enorme experiencia, para mantener su tercer puesto. Un poco más adelante, Webber rompió la trompa de su Red Bull en un toque, y se despisto. Mientras tanto, Button superaba a su compañero de equipo, a Shumi, y a Alonso, casi sin despeinarse. El alemán coleccionista de títulos mundiales finalmente cedió su posición a Hamilton, con problemas en los neumáticos traseros, y porque algún comisario deportivo lo quería sancionar.

En los acostumbrados pasos por boxes, se destacó Red Bull. Devolvieron a la pista a Vettel, con cuatro cubiertas nuevas, en sólo 2.9 segundos. De su radio salió el grito que marcaba su victoria número 18 en la F1, igualando a Kimi Raikkonen. Detrás llegaron Button, Alonso, Hamilton y Shumacher. Todos campeones mundiales.

En la Temporada Vettel lleva 8 victorias, 4 segundos puestos y un cuarto. Lidera el torneo con 112 puntos de ventaja sobre Alonso y 117 sobre Button.

El podio fue el tradicional en Monza, con todo el público de las tribunas -unos 100.000 tanos con banderas de Ferrari- en la pista. Cuando ocurría en la Argentina las autoridades se enojaban…Vettel, llorando, demostraba que todavía tiene alma de pibe. Button le llenó la boca con espuma y el alemancito volvió a sonreír. Gracias, Monza!.