Lo mejor del Gran Premio de Italia fue la tradicional marea del público frente al podio. No ocurre en ninguna carrera. Sólo en Monza la multitud de las tribunas baja a festejar masivamente aunque Ferrari, que motivó esa histórica celebración, no tenga nada que festejar desde hace mucho tiempo. Demasiado.
La carrera fue lineal, aburrida, por el dominio contundente de Mercedes, que con sus dos autos hace lo que quiere y hasta tiene facilidad para mover a sus dos pilotos de acuerdo con cualquier circunstancia. El resultado de la carrera lo deciden desde boxes.
Era evidente que Rosberg iba a tener que pagar lo que le hizo a Hamilton en la última carrera y todo se hizo con ese propósito, tal como se vio. Hasta corrigieron la mala salida de Hamilton y movieron a Rosberg a voluntad. En los momentos previos al comienzo del Gran Premio un detalle trivial sirvió para más especulaciones cuando Ecclestone se le acercó a Hamilton y le habló en el oído. Los que prestaron atención pensaron que lo estaba tranquilizando…
En la salida Hamilton se enredó un poco y Rosberg tomó la punta, seguido por los que animaron el espectáculo: Bottas, Magnussen, Massa y Vettel, con Hamilton corrigiendo su problema. Poco tardó para avanzar porque Rosberg, unas vueltas más adelante, salió de pista y tuvo que seguir derecho en la curva 1 por lo que Hamilton se fue arrimando y en 10 vueltas pasó a Massa -de gran actuación- y y luego a Rosberg, poniendo las cosas en su lugar, evidentemente.
La carrera quedó claramente decidida. Ante la superioridad de los Mercedes, por allá atrás se formaron grupitos que marchaban juntos y cambiaban posiciones entre ellos. Llegó el abandono de Alonso -bajón de la multitud- que se sumó a lo lento que andaba Kimi Raikkonen con la otra Ferrari. Bottas, Magnussen, Button, Pérez, Ricciardo, Vettel y alguno más formaban grupitos en los que, a veces, se pasaban entre ellos, matizado por una bloqueada de Hamilton que dejó las ruedas cuadradas. Pero se repuso enseguida y todo siguió igual teniendo que conformarse con esos grupos que luchaban sabiendo que estaban corriendo otra carrera. Y al rato se terminó.
El podio trató de animarlo Jean Alesi pero no pudo. La única atracción fue adivinar qué actitud tomarían los dueños del paquete. Hamilton no lo miró a Rosberg, que trataba de sonreir y se animó a tocarle un hombro. Hamilton ni se dio vuelta y sólo se sonrieron -es un decir- cuando abrieron el champagne. El gran espectáculo lo dio, como siempre, la multitud, única en el mundo. Todo feo y fingido. Lo más simpático fue verlo otra vez en un podio a Massa, que con el sorprendente Williams, anduvo como antes.
Juan Carlos Perez Loizeau
Campeonato de Pilotos:
1 – Nico Rosberg: 238 puntos
2 – Lewis Hamilton 216 puntos
3 – Daniel Ricciardo: 166 puntos
4 – Valtteri Bottas: 122 puntos
5 – Fernando Alonso: 121 puntos
6 – Sebastian Vettel: 106 puntos
Campeonato de Constructores:
1 – Mercedes: 454 puntos
2 – Red Bull Racing-Renault: 272 puntos
3 – Williams-Mercedes: 177 puntos
4 – Ferrari: 162 puntos
Próxima competencia: GP de Singapur, el 21 de septiembre.